El infarto cerebral o ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro.
También se la conoce como Accidente Cerebro Vascular (ACV).
Ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es obstruido por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre que necesita, quedándose la zona sin riego.
La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos, quedando paralizada la zona del cuerpo "dirigida" por esa parte del cerebro.
Uno de los principales factores que multiplica el riesgo de padecer cáncer es la edad. Pasados los 55 años, cada década vivida dobla el riesgo de padecer un ictus.
No obstante, esto no quiere decir que las personas jóvenes no sufran el problema.
Además de este hecho que nos afecta inevitablemente a todos, hay otros factores de riesgo como la hipertensión arerial, la diabetes, la arritmia cardiaca, haber sido fumador, la herencia familiar, etc...
Por lo tanto llevar una vida saludable nos ayudará a prevenir el infarto cerebral, especialmente en edades avanzadas. Además hay alimentos que debemos considerar nuestros aliados.
Según un estudio presentado en la Conferencia Anual de Prevención y Epidemiología Cardiovascular, ingerir al menos cuatro vasos diarios de leche desnatada podría reducir el riesgo de infarto.
El accidente vascular cerebral está situado entre las tres primeras causas de muerte y la primera de incapacidad motora, pérdida o disminución de la conciencia, coma, etc.
La gravedad del infarto cerebral nos obliga a estar alerta ante cualquier síntoma. A veces se producen pequeñas trombosis que son un aviso de otras más graves.
Si se manifiestan hormigueos en el cuerpo, torpeza de algún miembro, pérdida transitoria de la visión, dificultad para hablar, ligera torcedura de la boca o mareos, hay que acudir al médico de urgencias para que inmediatamente lo valore y le ponga el tratamiento adecuado para evitar así esa posible trombosis.
Via .tercera-edad.org
Con la tecnología de Blogger.