Se estima que una de cada cinco personas padece una enfermedad reumática en España. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, son grandes desconocidas, incluso para los propios pacientes. No tienen curan, pero se pueden controlar con una medicación adecuada. Además, muchas de ellas se pueden prevenir o atenuar adoptando hábitos de vida saludables.
Es, por ello, que los especialistas consideran necesario que la población conozca en qué consisten, cuáles son sus consecuencias, cómo detectarlas y cómo convivir con ellas para conseguir una mejor calidad de vida de los pacientes y también de sus familiares.
Actualmente, existen más de 250 enfermedades reumáticas. Algunas de las más representativas son la artritis, osteoporosis, artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, lupus eritematoso sistémico y fibromialgia. Aunque también hay otros nombres conocidos como la espondilitis anquilosante, gota, esclerodermia, vasculitis sistémica, polimiositis, etc. Todas ellas son distintas pero, en general, afectan al aparato locomotor o musculoesquelético (articulaciones, huesos, músculos, tendones y ligamentos), causando dolor, rigidez, discapacidad física y otras complicaciones, e impactando de manera importante en la calidad de vida de los pacientes, en los planos familiar, laboral y social.
El aparato locomotor no es el único perjudicado, estas patologías pueden dañar a otros órganos y sistemas como la piel, los ojos y el aparato digestivo. En este sentido, los expertos advierten de que las enfermedades reumáticas ocasionan uno de cada tres casos de uveítis o inflamación ocular que, a pesar de su baja incidencia, puede derivar en pérdidas visuales totales en un 10% de los pacientes. También refieren una estrecha relación entre determinadas enfermedades reumáticas con patologías digestivas y alteraciones metabólicas.
Prevalencia femenina
Las enfermedades reumáticas se producen con más frecuencia en la mujer, “el 80 % de los pacientes que vemos son mujeres”, indica el presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), José Luis Andreu. La causa de esta preferencia por las féminas “depende de la enfermedad. En la osteoporosis, es la pérdida de producción de estrógenos que se produce en la menopausia; en las enfermedades autoinmunes sistémicas, como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren o el lupus, se debe a la predisposición del sexo femenino por la autoinmunidad”, explica este reumatólogo.
Via sendasenior.com
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