Los trastornos emocionales impiden disfrutar de una madurez activa

lunes, 17 de octubre de 2016 · Posted in

Geriatras advierten de que problemas como la depresión y la ansiedad aumentan en las últimas etapas de la vida y son difíciles de diagnosticar

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología destaca que, en general, las personas mayores se sienten más insatisfechas de su vida que las personas jóvenes. Problemas como depresión y ansiedad aumentan en las últimas etapas de la vida.

La depresión afecta a un índice de población con más de 65 años, entre el 10% y el 15%, aunque el número puede ser mayor incluso cuando se tiene en cuenta el espectro total de los síndromes depresivos, incluyendo la depresión subclínica.

A veces, este trastorno se infradiagnostica al imputar a la edad cambios en el estado emocional que no son propios de la misma. Es muy frecuente encontrar depresión en personas que están ingresadas en residencias de mayores. Hay que tener en cuenta también que estos problemas de salud mental pueden interactuar en el grupo de personas mayores, haciendo que el procedimiento de valoración y de gestión sea más difícil. Para el presidente de la SEGG, el doctor José Antonio López Trigo “las personas mayores , sus familias y también los profesionales perciben los problemas de salud mental como una consecuencia inevitable del envejecimiento, y no como problemas de salud que pueden mejorar si se utiliza el tratamiento adecuado”.

Mujeres solas

Hay ciertos grupos que tienen más riesgo de padecer trastornos mentales, y son los siguientes: mujeres, personas que no están casadas o viven solas, personas con enfermedades físicas y personas discapacitadas (especialmente cuando cursan con dolor y trastornos del sueño).

Riesgo de discapacidad

Más allá de este impacto inmediato y profundo en la calidad de vida, la depresión en la población de mayores es un factor de riesgo de la discapacidad funcional y puede anunciar una mortalidad prematura, ya que las personas con depresión son más proclives, entre dos y tres veces, a padecer dos o más enfermedades crónicas, y tienen, entre dos y seis veces más posibilidades tener, por lo menos, una limitación en sus actividades diarias, si se compara con grupos más jóvenes. La depresión con morbilidad asociada en personas mayores aumenta también la frecuencia y el coste de la asistencia profesional y el riesgo de ingreso prematuro en residencias de ancianos.

Factores relacionados

Existen diversos factores que influyen en la aparición de los trastornos mentales en el caso de las personas mayores:
- La salud física deficitaria y las limitaciones funcionales. La salud física es una preocupación básica de muchas personas mayores y está frecuentemente relacionada con estados de salud mental que también son deficitarios. Está demostrado que hay una comorbilidad importante de los trastornos de salud mental y de las enfermedades crónicas, que incluyen las lesiones recurrentes (por ejemplo las caídas), los accidentes cardiovasculares y el dolor crónico. “Los trastornos mentales tienen mucho impacto en la discapacidad, la evolución de la enfermedad, el cumplimiento terapéutico y el riesgo de mortalidad prematura”, explica López Trigo.

- También hay que destacar que existen discapacidades, como los problemas de audición y sordera, que conducen también a la depresión, ya que la salud mental deficitaria y la soledad aumentan debido al impacto de estos problemas de salud de las personas mayores que dificulta el poder relacionarse y participar en la vida activa.
- Los factores sociales y económicos aumentan la vulnerabilidad de las personas mayores en lo referente a los trastornos mentales.

- Cuidadores como grupos de riesgo. La atención no profesional o familiar es la piedra angular de apoyo de las personas mayores que dependen del cuidado de los demás. Dispensar la atención necesaria en el hogar familiar acarrea tensión física, psicológica, social y económica, y los miembros de la familia (normalmente las mujeres) tienen a menudo que sacrificar muchas cosas para cuidar a sus familiares. El problema se agrava cuando los cuidadores no tienen la preparación suficiente, y la ayuda económica y humana es escasa. Como consecuencia de este hecho, los cuidadores tienen riesgo de padecer una enfermedad física o psicológica, lo cual indica que es necesario proporcionar ayuda a los cuidadores para evitar que caigan enfermos. El hecho es que es frecuente que los cuidadores presenten unos niveles clínicos elevados de ansiedad y fatiga, e incluso lleguen a sufrir una depresión.

Mejorar la salud mental

Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología se recomienda llevar a cabo unos cambios en el estilo de vida que contribuyan en el bienestar físico y mental de los mayores.

Algunos de estos buenos hábitos son:

- Aumentar la participación en actividades positivas. Está demostrado que participar en actividades positivas aumenta el bienestar y mejora la salud mental de los mayores. Los programas integrales de aprendizaje o el voluntariado, por ejemplo, promueven la realización social y personal de las personas mayores.
- Practicar ejercicio físico ayuda a mejorar la salud mental y a aumentar la participación social. El ejercicio, que normalmente se recomienda a la población de personas mayores, es una ayuda para mejorar la salud física, el bienestar, el estado psicológico y reducir los síntomas depresivos.
- Mejorar la salud física y tratar las enfermedades crónicas pueden prevenir los trastornos mentales. Para ello es fundamental mejorar los hábitos de alimentación y el aumento del ejercicio físico.


Fuente farodevigo.es

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