Bursitis, tendinitis y otros síndromes reumáticos de los tejidos blandos

miércoles, 10 de agosto de 2016 · Posted in

LOS SÍNDROMES DE LOS TEJIDOS BLANDOS

La bursitis y la tendinitis son dos de los trastornos más comunes también conocidos como síndromes reumáticos de los tejidos blandos. Este tipo de síndromes producen dolor, sensibilidad e inflamación en los tejidos y estructuras que rodean las articulaciones, tales como los tendones, ligamentos, bursa (bolsa cerrada y llena de líquido que funciona como superficie de amortiguación entre los músculos y los tendones o entre los músculos y los huesos). Las áreas frecuentemente afectadas son aquellas alrededor de los hombros, los codos, las muñecas, los dedos, las caderas, la espalda, las rodillas, los tobillos y los pies.

A menudo, los síndromes de los tejidos blandos se desarrollan como resultado de accidentes deportivos o movimientos repetitivos. En la mayoría de los casos se presentan súbitamente, pueden durar por días, semanas o más, y luego desaparecen después de descansar o de recibir tratamiento. También pueden ocurrir de nuevo en el mismo lugar. Cuando se trata apropiadamente, la mayoría de estos trastornos no resultan en daño permanente o discapacidad.

Algunas trastornos pueden causar enrojecimiento, calor o hinchazón en el área afectada. Si se presenta fiebre, escalofrío, enrojecimiento persistente o hinchazón, consulte a un doctor inmediatamente para descartar la posibilidad de una infección. Las siguientes secciones explican síndromes específicos y los síntomas asociados con cada tipo.

Bursitis

Bursitis significa inflamación de la bursa -bolsita pequeña ubicada entre el hueso y el músculo, piel o tendón. La bursa facilita el deslizamiento entre estas estructuras. Existen varias bolsas alrededor del cuerpo y la bursitis puede desarrollarse en cualquiera de ellas.

Bursitis subacromial: esta bolsa se encuentra justo arriba de un grupo de músculos en el hombro llamado “manguito rotador”. La bursitis en esta área es común y se genera debido a una lesión, artritis, compresión, uso excesivo del hombro o depósitos de calcio. Los síntomas incluyen dolor en la parte superior del hombro o en el tercio superior del brazo y dolor severo al mover el hombro.

Bursitis trocantérea (trocanteritis): esta bolsa se localiza sobre el hueso más prominente al costado de la cadera. Los síntomas incluyen dolor que ocurre gradualmente al lado de la cadera, dolor al dormir del lado afectado por la bursitis, al levantarse de un asiento bajo, el asiento de un carro o al subir las escaleras y ocasionalmente, al caminar o correr. También puede afectar a quienes tienen las piernas de distinta longitud, por lo regular en la pierna más larga. Podría resultar incluso por hacer ejercicios de fortalecimiento para caderas luego de un remplazo de cadera.

Bursitis isquial: la bursa isquial se halla debajo del hueso ubicado en los glúteos, llamado el isquion. La inflamación puede ocurrir como consecuencia de una lesión o por sentarse demasiado tiempo en superficies duras. Los síntomas incluyen dolor al sentarse directamente en una superficie dura y dolor que viaja hacia la parte posterior del muslo.

Bursitis olecraniana: la hinchazón de esta bolsita ubicada abajo del codo, se debe a una lesión, gota, artritis reumatoide, infección o por recargarse continuamente sobre los codos. Los síntomas son inflamación dolorosa y enrojecimiento en la punta del codo.

Bursitis prepatelar (prerrotuliana): esta bolsa se encuentra bajo la piel y delante de la rótula (hueso al frente de la rodilla). Se inflama como resultado de una infección, lesión, gota o constante irritación al arrodillarse. Los síntomas incluyen hinchazón de la rodilla acompañada de dolor intenso, lo que dificulta o impide ponerse de rodillas. Puede ocurrir enrojecimiento y/o calor con infección o gota.

Bursitis infrapatelar o infrarrotuliana (rodilla de sacerdote): es un trastorno similar que afecta la bolsa localizada justo debajo de la rótula (también llamada patela).

Bursitis anserina (o de la pata de ganso): esta bolsa se encuentra justo debajo de la rodilla en la parte interior de la pierna. Puede irritarse en personas que trotan, en aquellas con sobrepeso, que tengan las rodillas hacia adentro o quienes tengan osteoartritis de la rodilla. También puede irritarse en adultos con diabetes. Entre los síntomas se cuentan dolor en la parte interior arriba de la rodilla, dolor al dormir de lado si junta las piernas, dolor al subir escaleras y dolor que se extiende a la parte interna, posterior del muslo.

Bursitis retrocalcánea: esta bolsa está ubicada en la parte posterior del talón, debajo del tendón de Aquiles que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Los síntomas incluyen inflamación dolorosa a los lados del talón. Esta bursitis frecuentemente resulta de la inflamación asociada a otras formas de artritis como la espondilitis anquilosante, la artritis reumatoide, la artritis reactiva o la artritis psoriásica. Puede ocurrir por excederse en actividades atléticas tales como el tenis, el voleibol y el baloncesto.

Bursitis aquílea: esta bolsa también causa inflamación de la parte de atrás del talón. La bursitis en esta área puede ocurrir como consecuencia de fricción del talón contra la parte posterior de zapatos inadecuados. También puede darse como resultado de movimientos repetitivos en personas que corren. La presencia de un nódulo en el área a consecuencia de artritis reumatoide puede también causar este tipo de bursitis.

Tendinitis

La tendinitis es una inflamación o irritación del tendón, el cual es un voluminoso cordón que conecta el músculo con el hueso. Los tendones trasmiten el poder generado por los músculos para ayudar a mover la articulación.

Tendinitis del manguito rotador y síndrome del pellizcamiento: son cuatro los músculos que conforman el manguito rotador. Estos músculos sirven para mover el hombro hacia adentro y hacia fuera. La tendinitis del manguito rotador ocurre cuando el uso excesivo o una lesión del hombro provocan que los tendones se irriten o inflamen. El síndrome del pellizcamiento (o pinzamiento) sucede cuando los tendones se prensan entre las estructuras involucradas en el movimiento del hombro. Los síntomas son: dolor intenso en el hombro o en la parte superior del brazo al levantarlo y moverlo. En algunos casos, este tipo de tendinitis puede reincidir o empeorar con el tiempo o al realizarse movimientos repetitivos. Generalmente se pueden ejecutar actividades con los brazos y las manos con los brazos a los costados y abajo sin causar dolor.

Tendinitis bicipital (tendinitis calcificada): el tendón bíceps se halla frente al hombro y ayuda a flexionar el codo y el hombro hacia adelante y a girar el antebrazo. La inflamación de este tendón puede resultar de su uso excesivo o por una lesión. Los síntomas son dolor delante del hombro que puede irradiarse al codo y antebrazo

Tendinitis De Quervain: este trastorno afecta las muñecas y es el resultado del uso excesivo de los tendones de los pulgares, causado muchas veces por compresión repetida del pulgar al mover la muñeca. Puede ocurrir con actividades tales como escribir, jardinería, trabajo manual fino o en el ensamblaje de diversos artefactos. El uso excesivo de aparatos electrónicos pequeños como juegos de video o dispositivos para enviar mensajes puede también causar este tipo de tendinitis. Ocurre a menudo en mujeres durante y después del embarazo. Los síntomas son dolor e hinchazón en la muñeca del lado del pulgar, especialmente con el movimiento del mismo.

Tendinitis aquiliana (tendinitis del talón): es la inflamación del tendón de Aquiles, que es el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón y ayuda a levantar el pie del piso. Generalmente ocurre como resultado de una lesión deportiva o el uso de zapatos inadecuados. El uso de ciertos antibióticos también puede causar tendinitis aquiliana. Los síntomas son inflamación y rigidez de los tobillos y dolor o en la parte posterior del tobillo al levantar los dedos o al pisar con la planta del pie, estos movimientos se hacen normalmente al andar, por lo cual hacerlo puede volverse doloroso.

Otros síndromes reumáticos de los tejidos blandos que afectan la parte superior del cuerpo

Dolor miofacial: el dolor miofacial ocurre en áreas de los músculos, a menudo en la espalda, cuello y hombros. Se asocia con áreas sensibles llamadas puntos de trasmisión. El dolor miofacial de la espalda es un dolor no punzante y continuo en los músculos de la espalda baja, glúteos y muslos. El dolor puede presentarse tanto al mover la espalda como al descansarla y tiende a durar por varios días.

Síndrome del túnel carpiano (disfunción del nervio medio): el síndrome del túnel carpiano es el resultado de una compresión sobre el nervio medio que se encuentra ubicado al interior de la muñeca. Este nervio provee de la sensación del tacto a los tres primeros dedos y parte del dedo anular, al igual que brinda fortaleza a los músculos del pulgar. Entre las causas del síndrome del túnel carpiano están lesión por uso repetitivo o excesivo, enfermedad de la tiroides, diabetes, embarazo, infección, artritis reumatoide y otros tipos de artritis inflamatoria. En muchos casos no se puede encontrar la causa subyacente al desarrollo de este síndrome.

Los síntomas son adormecimiento o cosquilleo en los dedos, inicialmente sólo por las noches o cuando la muñeca está flexionada por mucho tiempo, sensación de hinchazón de la mano, debilidad del pulgar al pellizcar y dolor de la mano. Se le trata mediante

Codo de tenista (epicondilitis lateral): este trastorno se caracteriza por la inflamación y dolor de la parte del hueso que sobresale al codo, llamado epicóndilo lateral, o del tendón subyacente. El codo de tenista acontece con el uso excesivo de los músculos de antebrazo, que son necesarios para proveer un firme agarre al jugar tenis y otros deportes, así también como en práctica de la jardinería o al usar herramientas que requieren su empuñamiento por un tiempo prolongado. También puede sobrevenir por teclear y manipular el ratón de una computadora en demasía. Bajo estos trastornos, el hueso puntiagudo ubicado en la parte superior del codo, llamado epicóndilo lateral o su tendón, podrían hincharse y volverse sensibles al tacto.

Entre los síntomas se cuentan dolor agudo en la parte externa del codo que puede extenderse hacia la parte posterior del antebrazo, dolor al dar un apretón de manos, al mover los dedos, al levantar la muñeca, al girar la perilla de una puerta o al desenroscar la tapadera de un frasco.

Codo de golfista (epicondilitis media): el codo de golfista es un trastorno similar al codo de tenista, pero que afecta la parte interior del codo. Se debe al uso excesivo de los músculos que sirven para cerrar los puños. Los síntomas son dolor en la parte interna del codo y al doblar los dedos o las muñecas.

Dedo en gatillo o tenosinovitis: el engrosamiento del recubrimiento alrededor de los tendones de los dedos puede resultar en un trastorno que generalmente se produce por uso excesivo, artritis reumatoide o infecciones. Se siente dolor, inflamación o la presencia de pequeñas bolitas en la palma de la mano y dolor en la coyuntura media del dedo afectado. El dedo se puede atorar en una posición de flexo-extensión dolorosa que súbitamente se abre como accionada por un resorte. Puede requerir de la otra mano para enderezar los dedos.

Contractura de Dupuytren: se presenta en la palma y los dedos de la mano. La piel se vuelve más gruesa y estirada, lo cual puede ser el resultado de una lesión o del uso excesivo de la mano. Los dedos del área afectada se encuentran en posición flexionada.

Otros síndromes reumáticos de los tejidos blandos que afectan la parte baja del cuerpo

Síndrome del túnel tarsal: una enfermedad afín, llamada síndrome de túnel tarsal, puede afectar el nervio tibial localizado en la parte interior de los tobillos y que proporciona sensación del tacto a los dedos y planta del pie. La compresión del nervio tibial puede ocurrir cuando el tobillo se fractura, debido a la artritis reumatoide o a deformidades del pie. Los síntomas incluyen doloroso ardor en los dedos y planta del pie, habitualmente en la noche o después de estar parado y dolor que se alivia parcialmente al mover el pie, tobillo o pierna.

Fascitis plantar: la fascitis plantar es la inflamación del tejido fibroso (fascia plantar), que abarca la planta del pie, desde el talón hasta los dedos. El estar mucho tiempo de pie, el correr, el pie plano, la presencia de espolón calcáneo y el peso excesivo pueden deteriorar la fascia. Los síntomas incluyen dolor en la planta del pie al pararse y al caminar. El dolor y la rigidez ocurren en la mañana, inmediatamente después de levantarse.

CAUSAS DE LOS SÍNDROMES DE LOS TEJIDOS BLANDOS

La bursitis, la tendinitis y otros síndromes de los tejidos blandos generalmente son el resultado de uno o varios de los siguientes factores:
• Actividades recreativas o laborales que causan uso excesivo o daño en las articulaciones.
• Mala postura o malos hábitos al caminar.
• Tensión de los tejidos blandos debido a una articulación o hueso posicionado incorrecta o anormalmente (como diferencias en la longitud de las piernas o artritis en una articulación).
• Artritis asociada con inflamación o pérdida de cartílago o hueso en una coyuntura.
• Enfermedades metabólicas como la diabetes.
• Consumo de ciertos antibióticos.

DIAGNÓSTICO DE LOS SÍNDROMES DE LOS TEJIDOS BLANDOS

Su doctor puede hacer un diagnóstico basado en un reconocimiento físico y su historial clínico. Su doctor querrá saber cuándo sintió el dolor por primera vez, su intensidad y ubicación. También le preguntará si está realizando nuevas actividades físicas o si ha incrementado el tiempo que pasa en sus actividades cotidianas.

TRATAMIENTO

Los síndromes de los tejidos blandos como la bursitis y la tendinitis son muy comunes en personas que son más bien sanas. Muchos de los síndromes desaparecen por sí solos con el tiempo. En la mayoría de los casos, el médico general puede tratar este tipo de trastornos. Algunas personas deberán atenderse con un reumatólogo (médico especialista en artritis), un cirujano ortopédico o un fisioterapeuta para su tratamiento.

Por lo general, el tratamiento se basa en la reducción del dolor y de la inflamación, así como en la preservación de la movilidad y el aumento de la fortaleza para prevenir la incapacidad y recurrencia. El tratamiento de muchos trastornos de los tejidos blandos es similar, pero se puede modificar según la enfermedad específica. Las recomendaciones de su doctor pueden incluir una combinación de descanso, aparatos ortopédicos, aplicación de calor y frío, medicamentos y terapia física u ocupacional. Quizá tenga que probar diversos tratamientos hasta encontrar el que le funcione mejor. Las siguientes secciones describen los tratamientos que le pudiera recetar su médico.

Descanso y aparatos ortopédicos

Muchas enfermedades de los tejidos blandos se deben al uso excesivo, por lo cual el primer tratamiento puede ser reposo del área afectada o evitar alguna actividad particular por un tiempo. El descanso permite que el área lesionada o inflamada sane.

Los aparatos ortopédicos permiten que el área en particular descanse hasta que el dolor cese. Las tablillas se usan para auxiliar al codo de tenista y el de golfista, la tendinitis De Quervain, la tendinitis aquiliana y el síndrome del túnel carpiano. Estos artefactos no deben usarse indefinidamente porque pueden resultar en limitaciones de movimiento y de fuerza. Pregúntele a su médico por cuánto tiempo y qué tan seguido debe usar estos aparatos.

Frío
Las compresas frías pueden ayudarle a reducir la inflamación inicial y el dolor concomitante de estas enfermedades. La terapia fría es generalmente más efectiva durante las primeras 48 horas después de producida la lesión o iniciada la inflamación, pero puede prolongar su uso si esto le ayuda. Entre los lineamientos para la terapia de frío están:
• Use una bolsa de gel fría, una bolsa con hielo o hasta un paquete de verduras congeladas.
• Envuelva el paquete en una toalla si el frío le causa dolor.
• Ponga el paquete sobre el área afectada unos 15 minutos o hasta que el área se sienta entumecida. Va a percibir un dolor leve, una sensación de hormigueo o ardor antes de que el área empiece a entumecerse. No lo deje sobre la piel demasiado tiempo porque puede provocarse quemaduras debido al frío, especialmente en niños y en ancianos.
• Aplíquelo tres o cuatro veces al día.
• Frote un cubo de hielo sobre áreas adoloridas más pequeñas por cinco a diez minutos.

Calor

Después de 48 horas de la lesión o para el tratamiento de dolor crónico (a largo plazo), puede que el calor, seco o húmedo, le sea más benéfico que las compresas frías. Siga los siguientes consejos:
• Utilice un paquete caliente, una bolsa eléctrica caliente (que tenga preferiblemente un botón para controlar el tiempo) o una toalla húmeda calentada en el microondas (asegúrese de que no esté tan caliente como para causarle quemaduras, especialmente en ancianos y en niños).
• Coloque el paquete caliente sobre el área afectada de 15-20 minutos, tres o cuatro veces al día.
• Jamás use cremas analgésicas o pomadas con las bolsas calientes porque la combinación puede quemarle la piel seriamente.
• Tome un baño o una ducha caliente.

Medicamentos

Su médico puede recetarle fármacos o sugerirle que pruebe diversas medicinas sin receta (de venta libre) para ayudarle a aliviar el dolor o la inflamación. Los siguientes medicamentos se usan comúnmente para tratar los síndromes de los tejidos blandos.

Fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) reducen la inflamación y el dolor. Hay diferentes clases de AINE, como aspirina, ibuprofeno, naproxeno, nabumetona y ketoprofeno. Estos fármacos se pueden conseguir con o sin receta.

Los efectos secundarios de los AINE son acidez estomacal, náuseas, diarrea, susceptibilidad al sangrado o presencia de hematomas y mareos. Efectos más severos incluyen úlceras, disminución de la función renal, sangrado gastrointestinal, inflamación del hígado, paro cardíaco o accidente cerebrovascular.

Su doctor determinará el tratamiento apropiado para su enfermedad basado en factores tales como su edad, otros problemas médicos, hábitos diarios, otras medicinas que esté consumiendo, efectos adversos a los ANIE que haya presentado y el costo del fármaco. Quizá tenga que probar diversos AINE antes de hallar el que le funcione mejor.
La mayoría de las personas con síndromes de los tejidos blandos no necesitan un tratamiento largo con estos antiinflamatorios porque el trastorno generalmente dura solo unas semanas.

Los corticosteroides (llamados también glucocorticoides) son formas sintéticas de la hormona cortisol, que se encuentra normalmente en el cuerpo. Estos medicamentos reducen la inflamación con gran efectividad. Algunos de los síndromes reumáticos de los tejidos blandos se pueden tratar mediante inyecciones de corticosteroides en la bolsa, la articulación o el tendón para reducir la inflamación y el dolor. Estas inyecciones típicamente se usan si los AINE u otras terapias (como la física u ocupacional) no surten efecto después de tres a cuatro semanas de tratamiento. (Los corticosteroides en forma de píldora no se emplean para este tipo de enfermedades). Los síntomas pueden disminuir o desparecer en varios días posteriores a la inyección. Los riesgos de estas inyecciones pueden ser sangrado, infección, ruptura del tendón o atrofia de la piel. Estas inyecciones no se recomiendan con frecuencia en la misma área.

Terapia física

Su doctor puede remitirle a un fisioterapeuta, quien puede brindarle la siguiente ayuda:
• Tratamientos de calor y frío incluyendo terapia con ultrasonido (ondas sonoras) y terapia acuática.
• Movimiento del tejido suave o de la articulación.
• Aparatos ortóticos o para aliviar la presión en brazos y piernas.
• Un programa de ejercicio personalizado.
• Análisis de su postura y de la manera cómo camina.
• Educación en el tema de actividad y descanso así como actividades apropiadas para facilitar la curación.

Terapia ocupacional

Los terapeutas ocupacionales pueden identificar modificaciones en las actividades cotidianas y hábitos de trabajo para prevenir la repetición de lesiones. Estos terapeutas pueden también crear tablillas para las manos y muñecas y sugerirle aparatos de asistencia para sus actividades diarias. También puede ser necesario que se realice un asesoramiento ergonómico para reducir el estrés de posturas inadecuadas o en ciertas posiciones en ambientes laborales.

Cirugía

En raras ocasiones se requiere de cirugía para tratar la mayoría de estos trastornos. Sin embargo, puede necesitar cirugía si los problemas persisten y otros tratamientos no alivian los síntomas. El caso más común en que se recurre a la cirugía es el síndrome de túnel carpiano reacio al tratamiento.

PREVENCIÓN

Dado que muchos desórdenes de los tejidos blandos se deben a uso excesivo, el mejor tratamiento es la prevención. Es importante evitar o modificar las actividades que causan el problema. Se deben corregir trastornos desencadenantes como diferencias en la longitud de las piernas, mala postura, desequilibrios en la fortaleza de los músculos, o técnica incorrecta en la ejecución de deportes o trabajo.
Esté consciente del uso excesivo o daño durante sus actividades cotidianas y cambie sus hábitos para evitar problemas. A continuación se dan algunas ideas para proteger su cuerpo y prevenir problemas futuros.

Protección de hombros

* Evite actividades que requieran que se estire por encima de la cabeza por periodos largos.
* No mueva los hombros repetidamente por mucho tiempo (como al pintar, usar la aspiradora o hacer lagartijas).
* Efectúe ejercicios de amplitud de movimiento para mantener la fortaleza y flexibilidad.

Protección de codos

* No tome herramientas o lápices con mucha fuerza.
* No empuñe las manos.
* Evite movimientos repetitivos de las manos y los dedos.
* No se recargue en los codos y evite golpearlos.
* Use una banda elástica (tipo codo de tenista) durante la actividad física.
* Estírese con regularidad.

Protección de muñecas y manos

* Evite repetir los mismos movimientos de la mano por periodos prolongados.
* Use el antebrazo o el brazo entero en vez de sólo la muñeca o la mano.
* Tome descansos frecuentes de actividades manuales y escritura.
* Agrande los mangos de las herramientas, utensilios, lápices y plumas con cinta u otro material para que no los sostenga muy apretadamente.
* Cargue objetos con las palmas abiertas y planas.
* Tenga cuidado al usar almohadillas para descansar las muñecas con teclados de computadoras. Pudiera colocar las manos y muñecas en posiciones que lesionen estas últimas.
* Estírese a menudo.

Protección de rodillas

* Use rodilleras cuando haga labores de jardinería o se arrodille en el suelo.
* Realice diariamente ejercicios de fortalecimiento para los muslos. Músculos fuertes en los muslos (cuádriceps) brindan apoyo adicional a sus rodillas.
* No permanezca sentado por periodos de tiempo prolongados, levántese y camine cada 20 a 30 min.
* Efectúe los ejercicios apropiados de calentamiento antes de hacer ejercicio o deportes.
* Gire el cuerpo completo en vez de doblar sólo el tronco desde la cintura.
* Limite el subir escaleras lo más que pueda.

Protección de caderas

* Cuando levante objetos, flexione las rodillas en vez de la espalda o caderas.
* Siéntese en sillas acolchonadas.
*No permanezca sentado por demasiado tiempo. Levántese y camine cada 20 a 30 min.
* Obtenga el calzado adecuado si hay diferencia en la longitud de sus piernas.

Protección de tobillos y pies

* Use zapatos para caminar o trotar que le brinden buen soporte. Los zapatos con empeine alto son convenientes para las personas con problemas de los tobillos.
* Lleve plantillas o taloneras en los zapatos según le recomiende su doctor.
* Haga ejercicio en superficies planas y niveladas.

Via espanol.arthritis.org

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