Eventos estresantes de la vida, como la muerte de un ser querido, una enfermedad grave o problemas financieros graves, aumentan de manera importante el riesgo de caídas, al menos durante un año después del incidente que provoca esa emoción según un estudio realizado por investigadores de Estados Unidos.
La investigación, publicada en la edición “on line” de la revista “Age and Ageing”, ha sido realizada sobre más de 5.900 hombres mayores de 65 años de diferentes centros residenciales que sufrieron las fracturas osteoporóticas.
En los análisis ajustados por edad, se asoció sufrir acontecimientos emocionales con un aumento del 41% en el riesgo de la caídas; siendo superior, casi el doble, el riesgo de sufrir múltiples caídas en el año siguiente. Sin embargo, no hubo un aumento estadísticamente significativo del riesgo de fracturas.
La investigación, dirigida por el doctor Howard A. Fink del Centro Médico de Minneapolis, es el primer estudio prospectivo para evaluar la asociación entre los eventos estresantes de la vida y el riesgo de caídas en ancianos.
"Creemos que proporciona la evidencia más fuerte hasta la fecha el apoyo a eventos estresantes de la vida como un factor de riesgo para las caídas. Sin embargo, el mecanismo de conexión eventos estresantes de la vida a las caídas es incierto", señala el investigador.
Más 5.100 pacientes participaron en una segunda visita del estudio donde respondieron preguntas sobre los acontecimientos vitales estresantes ocurrido un año antes de la caída; de ellos, un subconjunto de más de 4.981 hombres informaron datos completos sobre las caídas un año después de esta segunda visita.
Tras la segunda visita, se contactó con los participantes cada cuatro meses durante un año después de que ocurriera la caída, con o sin fractura. Así, se observó que un 27,7% sufrió algún acontecimiento vital estresante, mientras un 14,7% informó de caídas.
Entre los hombres que informaron haber sufrido acontecimientos estresantes de la vida, un 29,9% se tuvo una caída tras sufrir un suceso que le afectó emocionalmente; un 35,5% sufrió una caída tras dos eventos emocionales y un 39,9% de los que se cayeron padecieron tres o más tipos de eventos estresantes.
En el documento, los autores discuten las posibles razones de esta asociación. Una explicación potencial, en base a estudios anteriores, es que los eventos estresantes desencadenan una respuesta neurohormonal, haciendo que las hormonas del estrés que liberen, lo que lleva a las caídas y otros eventos adversos para la salud.
Por otra parte, algunos datos sugieren que la inflamación -un indicador potencial de estrés físico- podría conducir a una pérdida de la masa muscular y la función física deteriorada; o podría ser que las emociones repentinas, provocadas por un evento estresante, afectan el equilibrio o la atención visual, lo que lleva a una caída.
Ante estas teorías, Fink concluye que "se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos y para investigar el mecanismo subyacente a esta asociación".
Via sabervivir.e
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