A partir de los 40 años la presbicia o 'vista cansada' suele dar la cara impidiéndonos ver con claridad la pantalla del móvil o la carta de un restaurante. Se trata de la principal anomalía visual que afecta a los seres humanos a partir de esa edad. De hecho, más de 20 millones de españoles están afectados por este problema oftalmológico asociado al envejecimiento del ojo y que, por el de momento, ni se puede prevenir ni curar definitivamente.
De ahí la relevancia del reciente descubrimiento publicado por el Laboratorio de Óptica de Murcia (LOUM) (España) en la revista Scientific Reports, perteneciente al grupo Nature -la publicación científica de mayor impacto en el mundo-. En concreto, el equipo de investigadores que dirige Pablo Artal, catedrático de Óptica de la Universidad de Murcia (UMU), ha logrado confirmar que en las personas mayores aún funciona un músculo del ojo clave para poder evitar la 'vista cansada'.
El profesor Artal explica que “la presbicia es la pérdida de la capacidad de acomodación del ojo. La razón es doble: el cristalino se vuelve rígido y el músculo que lo contrae, denominado ciliar, pierden la elasticidad. Hasta ahora no se tenía claro si en las personas mayores este músculo seguía funcionando correctamente. Pues bien, en este estudio demostramos que sí hay actividad del musculo ciliar en mayores de 80 años de edad, a los que previamente se les ha sustituido el cristalino por una lente intraocular cuando se les opero de cataratas”.
¿Cuál es el beneficio que obtendrán los présbitas gracias a este hallazgo? “Este dato estimulará la búsqueda y el desarrollo de importantes aplicaciones prácticas que realmente solucionen la presbicia al hacer uso de la fuerza de contracción restante que todavía conserva el músculo en el ojo envejecido”, sostiene este físico de reconocido prestigio internacional en el área de la óptica oftalmológica y adaptativa.
El principal motivo que tradicionalmente había impedido constatar esta función muscular básica para poder enfocar nuestra vista de cerca era la complejidad de la medición en pacientes con más de 80 años. “Las técnicas que se utilizaban para visualizar el mecanismo de funcionamiento del músculo ciliar eran difíciles de aplicar en sujetos de mayor edad -aclara Juan Tabernero, primer autor del trabajo-. En lugar de ello, nos decantamos por emplear nuestro propio método, que consiste en el registro a muy alta velocidad de imágenes reflejadas en la lente que oscila (se bambolea) cuando la persona realiza movimientos del ojo al cambiar la direccion de la mirada”.
Respecto a la validez de ciertos métodos que se publicitan actualmente, como nuevas operaciones o lentes, el director de LOUM defiende que “hasta la fecha sólo se han desarrollado métodos de corrección parciales y pasivos. No existe todavía ningún procedimiento que recupere las propiedades de focalización activas que posee el cristalino cuando es joven. Por eso, nuestro resultado, que muestra que el músculo está aún activo en personas mayores, es importante para posibles soluciones reales en el futuro”.
Este estudio forma parte del proyecto SEECAT (Seeing through cataracts with advanced photonics), que obtuvo una de las afamadas becas Advanced Grant que concede el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), dotada con 2,5 millones de euros, para que el equipo de Artal desarrolle unas gafas opto-electrónicas que permitan ver a pacientes con cataratas sin necesidad de operarse.
La investigación publicada en 'Scientific Reports' ha sido presentada en Seattle (EE UU) durante el reciente congreso anual de la Association for Research in Vision and Ophtalmology (ARVO), la principal sociedad científica sobre óptica del mundo compuesta por más de 12.000 investigadores procedentes de 75 países.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
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