Investigadores del campo de la salud han encontrado recientemente que puede haber una relación entre el logro de un envejecimiento saludable y los genes que protegen contra el deterioro cognitivo
Durante años, profesionales de la salud de los más diversos ámbitos han concentrado sus esfuerzos en descubrir cómo convertirnos en personas sanas. Sin duda ha sido mucho lo que se ha alcanzado, pero el camino elegido para ello podría ser paradójico. Los científicos han buscado las causas de lo saludable a través del estudio de las personas enfermas, cuando tal vez el camino más eficiente sea mirar hacia aquellos sujetos que tienen una mejor salud.
Este es precisamente el rumbo elegido por un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Traslacionales Scripps (STSI por sus siglas en inglés) con sede en California, EE.UU, que ha desarrollado desde 2007 un proyecto de investigación centrado en el envejecimiento sano. Este proyecto busca descubrir los secretos genéticos detrás de esas personas que alcanzan la novena y décima década de la vida sin grandes complicaciones médicas. Y la certeza de que ciertos genes asociados a la protección contra el deterioro cognitivo están ligados a ese funcionamiento saludable, es uno de sus hallazgos más recientes.
Para la realización de la investigación se estudió la secuencia genética completa de 600 sujetos que han arribado a edades entre 80 y 105 años sin desarrollar enfermedades crónicas como cáncer, alzhéimer, párkinson, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Tales secuencias de ADN se compararon con las de 1.507 adultos de la población general y se controlaron las diferencias étnicas y de parentesco, al final de lo cual se terminaron analizando un total de 24 205 551 variantes de genes individuales. Los investigadores concluyeron que los integrantes del primer grupo, los adultos mayores con altos niveles de salud, tenían un menor riesgo genético para la enfermedad de Alzheimer y las enfermedades coronarias.
Particular interés suscitó el hallazgo entre los adultos con un envejecimiento sano de una variante muy poco usual del gen COL25A1. Este gen codifica sustancias que participan en el desarrollo del Alzheimer y su presencia en este grupo parece ser una de las causas de que tales individuos desarrollen en menor media la temida enfermedad.
Ya lo sospechamos todos y la ciencia lo confirma; algunos privilegiados nacen con una ventaja natural extra y en nuestros genes existen importantes claves que pueden ayudarnos a tener mejor calidad de vida. La investigación reafirma la tendencia contemporánea de volcar la atención de la ciencia no solo sobre las personas enfermas, sino además, sobre los sujetos sanos en los cuales puede estar la clave de la verdadera edad dorada.
Via 2ti.es
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