Las personas mayores que realizan ejercicio cuentan con mejor capacidad mental. La práctica de una actividad deportiva en gente de edad avanzada se vincula con una menor tasa de deterioro en la capacidad de pensar, algo muy habitual a medida que se cumplen años. Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Columbia y de Miami aseguran que las personas que hacen poco deporte o nada acaban sufriendo un deterioro equivalente a diez años de envejecimiento si se comparan con los que sí practican ejercicio a un nivel moderado o intenso.
Este trabajo se acaba de publicar en la revista de la Academia Americana de Neurología, Neurology. El autor del estudio, Clinton B. Wright, perteneciente a la Universidad de Miami, señala que el número de personas que superan en Estados Unidos los 65 años va en aumento, así que sostiene que los problemas de salud vinculados con la memoria y el pensamiento irán creciendo durante los próximos años. Una de las conclusiones que extraen de su estudio es que la práctica regular de ejercicio contribuye a mejorar la salud de estas personas, que conseguirán conservar durante más tiempo sus capacidades cognitivas.
Para realizar esta investigación estudiaron los datos de 876 personas en Nueva York, a los que se les preguntó el tiempo que destinaban a hacer una actividad física y la frecuencia con que lo hacían durante las dos semanas previas a la encuesta.
Siete años más tarde a cada persona se le facilitó unas pruebas de habilidades de pensamiento y de memoria, además de una resonancia magnética del cerebro. Otro cinco años más tarde se volvieron a repetir las pruebas. Las conclusiones fueron muy claras. El 90% reconoció que había hecho algo de ejercicio ligero o ninguna actividad física. Dentro del apartado de ejercicio suave podría encuadrarse el yoga y caminar.
Por su parte, el 10% de los consultados aseguró que había realizado ejercicios de moderada y alta intensidad, como pueden ser los aeróbicos o correr. Los investigadores notaron que las personas que habían seguido una baja actividad deportiva presentaban también una reducción de las habilidades mentales en comparación con aquellos que se mostraron más activos físicamente. Por ejemplo, les costaba mucho más recordar una serie de palabras de una lista. La diferencia que encontraron la cifraron en unos 10 años de envejecimiento entre ambos grupos. Esta diferencia también se mantuvo cuando los investigadores contemplaban otros factores que también repercutían en la salud del cerebro, como la hipertensión arterial, el consumo de alcohol, el tabaquismo y el índice de masa corporal.
Una actividad que no afecta a los tratamientos con pastillas
El propio Wright asegura que la actividad deportiva resulta una opción muy interesante para “reducir la carga del deterioro cognitivo en la salud pública, ya que resulta barata y no interfiere con los medicamentos”. Según los estudios realizados, el ejercicio, cuando se realiza a un ritmo moderado o intenso, ayuda a retrasar el envejecimiento del cerebro en las personas mayores, pero advierten de que se necesitan más investigaciones para confirmar estas conclusiones.
Via blogs.okdiario.com
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