La artritis es una enfermedad de las articulaciones que provoca molestias y dolor en estas zonas del cuerpo.

Cómo aliviar los síntomas de la artritis es algo que desean saber todas aquellas personas afectadas por esta dolencia que puede llegar a resultar muy molesta y limitar su calidad de vida.

Proteger nuestra salud, en este sentido, depende no sólo de seguir el tratamiento médico indicado por un especialista, el cual nos podrá recetar la medicación precisa para tratar las molestias de la artritis; sino también de nuestros propios hábitos.

Las articulaciones afectadas por la artritis pueden presentar dolor, hinchazón, sensibilidad extrema y aumento de temperatura. Son zonas de unión de dos huesos y sobre ellas recae el peso del cuerpo, por lo que soportan un desgaste diario que puede afectar, no sólo al punto de unión de esas dos estructuras óseas, sino también a la musculatura y los tejidos que la conforman.

Para saber cómo aliviar los síntomas de la artritis, lo primero que es necesario conocer son las posibles causas que la están provocando:

    Exceso de peso y sedentarismo.
    Una mala alimentación y falta de vitaminas.
    Lesiones óseas o articulares.
    Fallo del sistema inmunológico.
    Por motivos hereditarios.
    Envejecimiento de las articulaciones y tejidos.

Algunas de las causas son inevitables, pero otras pueden corregirse si logramos proteger nuestra salud de malos hábitos.

En cualquiera de los casos, una vez haya aparecido el dolor, para aliviar los síntomas de la artritis, puedes probar con varios métodos alternativos a la medicación recomendada por el médico, siempre y cuando lo consultes antes con este profesional de la salud:

    Las infusiones diarias de ortiga y jengibre pueden paliar las molestias ocasionadas por la artritis en las articulaciones.
    Aplicar calor en la zona dolorida, a través de paños calientes o baños, para relajar los músculos de la zona afectada.
    Aplicar frío para bajar la inflamación.
    Realizar estiramientos lentos y suaves en las articulaciones que presenten molestia.
    Consumir muchas frutas y verduras y evitar las grasas saturadas.
    No beber alcohol y no fumar.
    Evitar el estrés, ya que éste puede tensionar los músculos, lo que favorece la aparición del dolor.
    Consumir Omega 3.
    Recurrir a algún suplemento vitamínico rico en Calcio.


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