Una nueva investigación muestra que las personas que durante años han realizado trabajos duros, es decir trabajos exigentes físicamente, verán mermada su calidad de vida tras la jubilación debido a que sufrirán mayores los dolores, lo que limita las actividades diarias en sus años dorados.
El estudio, publicado en la revista 'Occupational and Environmental Medicine', muestra que los hombres que tenían trabajos extenuantes durante sus años eran un 70 por ciento más propensos a experimentar algunas limitaciones diarias durante la jubilación que sus pares que no habían tenido carreras físicamente exigentes. Mientras que las mujeres que hacían trabajos duros tenían un 60 por ciento más de probabilidades de sufrir limitaciones durante la jubilación.
"Difíciles condiciones de trabajo y las exposiciones especialmente biomecánicas durante la vida laboral se asocian con el dolor y otros resultados negativos después de la jubilación", ha señalado el autor principal del estudio el doctor Alexis Descatha del Instituto Francés de Salud e Investigación Médica y Versalles Universidad St-Quentin en Garches. "La prevención de un mal envejecimiento comienza mediante la mejora de las condiciones de trabajo", advierte.
Para evaluar la forma físicamente, Descatha y sus colegas comenzaron revisando los datos de encuestas recopilados a partir de 1989 de cerca de 15.000 empleados de la compañía nacional de gas y de compañías eléctricas.
Alrededor del 20 por ciento de los hombres y el 22 por ciento de las mujeres reportaron al menos algunas limitaciones físicas en su vida cotidiana en 1989. Los hombres tenían edades comprendidas entre 41 a 50 años de edad y las mujeres entre 36 y 50 años. Cerca de 11.500 participantes fueron seguidos hasta 2012, cuando tenían 66 años de edad en promedio. Entre los que se quedaron con el estudio hasta el final, a unos 9.300 habían reportado ninguna limitación en su vida diaria en 1989.
Al final del estudio, el 12 por ciento de los hombres y el 13 por ciento de las mujeres que no tenían dificultades físicas en 1989 reportaron limitaciones físicas. Ellos eran mucho más propensos a hacerlo, además eran más proclives a informar del arduo trabajo en las encuestas durante los años intermedios.
Una limitación del estudio, según reconocen los autores, es que es posibles que existan limitaciones subyacentes en los trabajadores más propensos a reportar que sus trabajos eran físicamente exigentes. Trabajadores más fuertes y saludables podrían no encontrar sus trabajos tan exigentes como sus contrapartes que sufren de enfermedades crónicas u otros problemas médicos, por ejemplo.
"Una parte de los resultados puede deberse a que son prejubilados con mal estado de salud que no se debe necesariamente a las condiciones de trabajo, si no a otras malas condiciones de vida y el comportamiento de la salud, como fumar en exceso y beber, baja actividad física y la obesidad", señaló Ossi Rahkonen, un investigador de la salud pública en la Universidad de Helsinki en Finlandia, que no participó en el estudio.
Aún así, el estudio se suma a una creciente evidencia que vincula el trabajo que exige demasiado físicamente durante un período demasiado largo de tiempo con resultados de salud pobres tras el retiro laboral, dijo Rahkonen.
"La asociación entre el arduo trabajo y un posterior mal funcionamiento y salud se ha dado a conocer anteriormente, pero este estudio con análisis repetido a lo largo de la carrera confirma los resultados y nos convence de que hay una asociación", concluye Rahkonen.
Via infosalus.com
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