Según el INE la población mayor de 65 años en España  se sitúa en el 18,2%  hoy en día, y llegará al 38,7% en 2064.

Dentista sosteniendo una radiografía de la dentadura de uno de las dos personas que le escuchan

Hoy en día los seniors ocupan uno de los  mayores segmentos de la población, dato que va en aumento, ya que actualmente según el INE el porcentaje de población mayor de 65 años, actualmente se sitúa en el 18,2%  y pasaría a ser el 24,9% en 2029 y el 38,7% en 2064.

Debido a los progresos en nuestra sociedad, una persona de más de 65 años puede estar perfectamente sana y activa, siempre y cuando sea consciente de los cuidados y hábitos saludables correspondientes a su edad.  Pero a partir de los 65 años, aumentan las situaciones de riesgo para la salud en general y a nivel bucal, en particular, apareciendo varios problemas que afectan a la calidad de vida y deben atenderse para evitar el desarrollo de enfermedades.

Por este motivo, es básico concienciarles sobre la importancia de mantener una higiene adecuada y unos hábitos saludables.

Según Iván Malagón, de Ivan Malagón Clinic, “los mayores de 65 años representan el colectivo que menos acude al dentista, precisamente en una etapa de la vida en la que es fundamental un control exhaustivo de la salud bucodental, porque los malos hábitos acumulados de toda la vida a veces pasan factura, sumándose a los efectos propios del envejecimiento”. Además, “una dieta insuficiente, enfermedades sistémicas, una higiene bucal deficiente, factores como el estrés o tabaquismo y ciertos medicamentos, afectan gravemente a la salud bucal en adultos mayores”.

Trastornos generales de salud, el uso de prótesis dentales o la toma de medicamentos pueden poner en peligro la salud bucal, junto al retraimiento de las encías, que se puede producir por no haber cuidado las encías y el hueso de soporte (soporte periodontal) a lo largo de la vida, por tener los dientes descolocados. Este retraimiento de las encías expone zonas que no están protegidas por el esmalte, como las raíces y provoca la molesta hipersensibilidad y la pérdida de parte más firme y adherida al diente, lo que aumenta la probabilidad de perder piezas dentales.

Aquí tenemos algunos de los trastornos a tener en cuenta en el proceso de envejecimiento:

    Sequedad de la boca o xerostomía, o síndrome de boca seca”, es muy común y  puede ser causado por medicamentos o por ciertos trastornos médicos. Si no se trata, puede provocar distintas patologías sobre encías y dientes.

    Pérdida de sensibilidad dental y disminución del sentido del gusto:.La edad, las enfermedades, medicamentos y las prótesis dentales disminuyen esta pérdida sensorial. Las encías se retraen con el tiempo, exponiendo zonas del diente desprotegidas por el esmalte.

    Degeneración y disminución de la calidad de los dientes: Con el paso de los años, los dientes van perdiendo calidad, no sólo en su esmalte (el cual se oscurece produciendo manchas en el mismo), como en su raíz, ya que al retraerse la encía favorece la aparición de la caries por la acción de los ácidos.

    Enfermedad de las encías: es un trastorno potencialmente grave que afecta a personas de todas las edades, pero especialmente a los mayores, ya que se produce por problemas comunes en esta edad. Enfermedades como anemia, diabetes o cáncer, dietas insuficientes, el mal ajuste de dentaduras postizas y el tabaco, son algunos de los causantes. La prevención de esta patología puede ayudar a evitar el Alzheimer.

    Problemas gastrointestinales: hay que tener en cuenta que una mala dentadura proporciona una inadecuada masticación de los alimentos y con ello, se consigue una desfavorable digestión y una mala obtención de nutrientes.

Tener una buena dentadura no sólo significa tener unos dientes perfectos, ligado a un factor físico. Una buena salud dental puede evitarnos graves enfermedades; con un cuidado adecuado y revisiones dentales periódicas, los   dientes pueden durarnos siempre. Llevar a cabo prácticas de higiene bucal y visitar al especialista, son sencillos hábitos que, con más de 65 años, son claves para gozar de buena salud y óptima calidad de vida.


Via vidactiva.com