Las cifras indican que se suicida una mujer por cada tres hombres. A través de una estrategia nacional de prevención, los psiquiatras quieren reducir un 10% la tasa de suicidio en España antes de 2020
Las proporciones relativas al suicidio, en cuanto al género, siguen en España la tendencia mayoritaria de los países con una economía desarrollada: los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres. En concreto, siguiendo los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, en 2013 se suicidaron en España 2.911 hombres y 959 mujeres, haciendo un total de 3.870 personas. Las principales causas se encuentran en los trastornos mentales y el abuso de drogas o alcohol, según se ha afirmado en el XVIII Congreso Nacional de Psiquiatría, que se celebra en Santiago de Compostela.
Factores de riesgo
«Los intentos de suicidio previos, la existencia de una o varias patologías de salud mental, el consumo abusivo de alcohol y otras sustancias psicoactivas, grandes quebrantos económicos, la existencia de un dolor crónico mal manejado y la constancia de antecedentes familiares de suicidio», afirma el doctor Jerónimo Saiz, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, son los factores de riesgo de suicidio. «El suicidio es más frecuente en personas mayores de 65 años. Y lo mismo sucede en España. Esta situación se produce tanto en hombres y mujeres», explica.
Sin embargo, preocupa la tendencia en aumento del suicidio entre los jóvenes. «En algunos países, el suicidio juvenil es un problema muy serio», afirma el doctor Saiz. «Basta decir que, en el ámbito mundial, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y los 29 años».
Según los expertos, entre los elementos que habrían de componer una estrategia nacional de prevención del suicidio se encuentran «la implementación de iniciativas de prevención que hayan demostrado su eficacia , la formación adecuada de los profesionales que pueden estar en contacto con posibles suicidas (personal sanitario, educadores, policías, trabajadores sociales, etc.), la vigilancia, atención y seguimiento de las personas y colectivos con mayor riesgo, limitar el acceso a los medios más empleados para suicidarse, un tratamiento informativo adecuado, la erradicación del estigma y la difusión de las estructuras y dispositivos de ayuda a las personas con ideación suicida», dice el doctor Saiz.
«Hay que acabar con la estigmatización de quienes buscan ayuda por comportamientos suicidas o por problemas de salud mental o por consumo de sustancias psicoactivas. Son personas con una enfermedad o con problemas graves. No cabe la indiferencia: hay que ayudar de una manera eficaz, eficiente y rápida», concluye el doctor Saiz.
Via elcorreo.com
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