Al comenzar el deterioro de las células, los científicos recomiendan el tratamiento o reemplazo de la testosterona en el género masculino para contrarrestar los efectos de la andropausia, (período en el cual decrece la producción de la testosterona y ocurre entre los 40 y 70 años de edad).

El doctor vienés Bruno Lunenfeld, pionero en el uso de estas terapias y presidente de la Sociedad Internacional para el Estudio del Envejecimiento del Barón, plantea que "el uso de testosterona en la tercera etapa de la vida, permite mejorar algunos signos de envejecimiento".


Esta hormona se puede aplicar a través de inyecciones, parches o gel.

Los hombres no perciben tan drásticamente el paso de la etapa adulta a la vejez. Los síntomas que los invaden no son tan evidentes como en la menopausia.

La andropausia es un proceso natural mejorable, pero nunca evitable.
Via salud180.com