Las personas adultas tienen más emociones positivas que las jóvenes y, por lo tanto, son más felices. Estas son las principales conclusiones del estudio Mood Regulation in Real Time: Differences in the Role of Looking, publicado en la revista científica Current Directions in Psychological Science, en el que se demostró cómo la gente mayor tiene más capacidad para superar las adversidades que los jóvenes. Unos resultados que contradicen la creencia popular que asocia la juventud al momento vital de mayor felicidad y relega la vejez al sufrimiento por la decadencia física e intelectual.
El director de la investigación, Derek Isaacowitz, profesor de psicología en la Northeastern University, explica que la gente mayor tiende a intensificar las situaciones que les reportan emociones positivas, mientras que resta importancia y se evade fácilmente de las negativas. Esta búsqueda de los patrones positivos entre las personas mayores se refuerza en la medida en que la situación sea más adversa o se esté de peor humor. Todo lo contrario que en el caso de las personas de menor edad, que tienden a recalcar la importancia de los acontecimientos negativos y no tienen tanta destreza para encajar ciertas situaciones vitales adversas.
Prolongar las alegrías y acortar las tristezas
En las conclusiones del estudio se pone de relieve la relación directa entre la felicidad o el buen estado de ánimo y la voluntad con la que se trata de buscarlo. El correcto manejo de la atención es uno de los elementos que más ayudan a la hora de regular las emociones para ser capaces de recalcar lo bueno e ignorar lo malo. Una capacidad de control de los estímulos que se logra incrementar con la experiencia de los años, al contar así con más herramientas y estrategias cognitivas. Lo que sugiere una mayor adaptabilidad a los problemas médicos o de otra índole.
Los resultados del estudio también demuestran que en las personas mayores los estados positivos duran más y los negativos menos. Por tanto, con la edad, las personas tienen más facilidad para recuperarse rápidamente de sus penas, mientras que son capaces de prolongar mucho más en el tiempo las alegrías.
Desmontando falsas creencias
La felicidad se asienta en los recursos emocionales, los cuáles aumentan a medida que se van cumpliendo años. Estas conclusiones refuerzan otros estudios anteriores como el realizado por Peter Ubel, de la Universidad de Michigan, en el que participaron un total de 540 adultos que fueron divididos en dos grupos, el primero de edades comprendidas entre los 21 y los 40 años, y el segundo de 60 años en adelante.
Los integrantes del grupo de mayores de 60 años se declararon más felices que los que aún no habían cumplido los 40, pero a la hora de valorar cómo creían que se sentía la gente en función de la edad, la mayoría de participantes se mostraron convencidos de que las personas son más felices a los 30 que a los 70 años. Para Ubel, el secreto consiste simplemente en que “los tropiezos en la vida nos hacen más sabios, lo que provoca generalmente una mejoría en nuestras emociones”
Via elconfidencial.com
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