“El síntoma más típico de la demencia en personas mayores es la pérdida de memoria, pero no siempre es el primero”. Son las palabras del psiquiatra y vicesecretario de la Sociedad Española de Psicogeriatría, Javier Olivera, quien abría la tarde del lunes en el Palacio de Villahermosa de Huesca las jornadas divulgativas con las que la residencia Avenida celebra su veinte aniversario.
Como señaló, la pérdida de recuerdos no siempre es el síntoma inicial, ya el proceso puede comenzar con patologías de origen psiquiátrico, como “depresión, un cambio de personalidad, apatía, pérdida de energía e interés o alucinaciones”.
Cuando se dé una de estas señales, asegura, lo mejor es “tranquilizar al paciente, comunicarle que va a ser necesario examinarle y acompañarle al médico”. Se debe acudir en primer lugar a la consulta de atención primaria, donde se realizará una valoración inicial antes de pedir cita al especialista.
Ante el médico, “las aportaciones que realizan los familiares y cuidadores son tan importantes como las del enfermo, ya que normalmente, estos no son conscientes de que se han vuelto más apáticos o irritables”, comenta Olivera.
Se lleva a cabo para ello el llamado ‘test del informador’, con el que los acompañantes pueden ayudar al diagnóstico del doctor. “Deben tomarse estos indicios con seriedad y no alarmarse, ya que un síntoma como la pérdida de memoria se puede asociar a otras enfermedades, como la falta de vitamina B, la depresión o patologías relacionadas con la tiroides”, afirma el ponente.
El 50% de los casos de demencia, añade Olivera, se corresponden a Alzheimer, “aunque pueden darse otras de tipo vascular, una combinación de ambas, relacionados con párkinson o de variedades más raras”.
Se trata, por otra parte, de una enfermedad degenerativa y que el paciente sufrirá hasta su fallecimiento. Una patología que sufre también su entorno, a cuyos miembros afecta el llamado ‘mal del cuidador’.
Para aquellos casos más graves, Olivera es partidario del internamiento de estos pacientes, que se puede iniciar, como paso previo, en un centro de día.
Para frenar la enfermedad
La demencia tiene un importante componente genético y no tiene cura, pero sí se puede frenar su aparición. Para ello, el psicogeriatra recomienda “realizar ejercicio intelectual y ejercitar la memoria”.
La dieta mediterránea a base de frutas, verduras, aceite de oliva, pescados y un vaso de vino tinto previene además la oxidación cerebral.
El comienzo de estas jornadas estuvo presidido por la alcaldesa de Huesca, Ana Alós y contó también con la presencia de la subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz y el presidente de Cruz Roja en Huesca, Francisco Barreña, entre otros.
Les acompañó Santiago Cosculluela, presidente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia, quien aseguró que las administraciones, “han dado un paso al frente” en este aspecto, al haberse aprobado “un concierto de plazas al que optan las residencias asociadas y que se pondrá en marcha próximamente”.
Via .heraldo.es
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