En la actualidad, la vivencia de la vejez está determinada por las circunstancias en que se desarrolle, es decir, el estado psicológico, de salud general, el nivel económico, la situación social, su historia de vida, sus valores, etc. Todos estos factores afectan al envejecimiento y por esto, la intervención de los psicólogos en el envejecimiento se centra en diferentes áreas: la persona mayor, los cuidadores y el ambiente.

La intervención con la persona mayor trata de conseguir el máximo funcionamiento para alcanzar un bienestar físico, psicológico, social y funcional.
En la intervención pueden utilizarse diferentes herramientas como la rehabilitación cognitiva (mejorar el rendimiento cognitivo a través de orientación a la realidad, reminiscencia, psicoestimulación, musicoterapia…), programas de estimulación física (retrasa problemas motrices y refuerza capacidad funcional) y programas de inserción comunitaria (coordinación con los recursos sociales para no desvincularse de su entorno habitual).
   
La intervención con los cuidadores se centra en el apoyo a familiares cuidadores, dándoles información y formación acerca de cómo cuidar y cuidarse (jornadas informativas), creando grupos de apoyo mutuo, realizando actividades que fomenten las relaciones intergeneracionales en la familia, ofreciendo asistencia psicológica.
   
La intervención centrada en el ambiente se trata de realizar una reestructuración ambiental (hacer las modificaciones necesarias en el entorno físico para mantener un nivel adecuado de seguridad y convivencia) e intervención con los trabajadores como cuidadores formales (el trabajo que realizan puede ser agotador tanto física como psicológicamente por lo que precisan apoyo, por la calidad en su actividad y para que este posible agotamiento no repercuta en las personas cuidadas).


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