Hoy la esperanza de vida en las mujeres españolas se sitúa en torno a los 84,6 años siendo el ictus, la primera causa de fallecimiento. Los hombres viven menos, en torno a los 78,6 años, sin embargo, a menudo la calidad de vida en las mujeres de edad avanzada es peor que la de los hombres. Incontinencia, migrañas, insomnio, cáncer de mama, osteoporosis o síndrome metabólico son algunas de las enfermedades que afectan mayoritariamente a las mujeres.
Importancia en las diferentes etapas de la vida de la mujer
Según destaca la Dra. Viviana Loria Kohen, experta en Nutrición y Dietética, en su informe científico elaborado para el Instituto de Investigación Agua y Salud, el agua mineral natural juega un papel muy importante en las diferentes etapas de la vida de la mujer y especialmente durante la tercera edad.
Al envejecer disminuye la proporción de agua del organismo, representando en torno al 47% en mujeres mayores de 50 años. Pero según han demostrado varios estudios, en lugar de beber más agua para hidratarse mejor, las personas mayores tienden a realizar una menor ingesta total de agua que los adultos jóvenes, puesto que su sensación de sed a menudo disminuye. En las mujeres no suele alcanzar ni los 1700 ml de ingesta diaria, cuando una persona mayor, con un peso entre 60-70 kg, requerirá en condiciones normales, unos 2 litros de agua al día. Esta carencia afecta negativamente a las actividades cotidianas y al estado mental de las mujeres ancianas.
Además, las mujeres mayores a menudo restringen la ingestión de agua para evitar episodios de incontinencia urinaria, urgencia miccional y nicturia. En otros casos, el problema es que tienen una accesibilidad limitada al agua, debida a los problemas de salud que padecen: déficit de la agudeza visual, discapacidad para alimentarse y beber, inmovilidad, barreras arquitectónicas, etc.
Debido a todas estas características, las mujeres de edad avanzada muestran una mayor posibilidad de sufrir deshidratación, convirtiéndose éste un problema importante. Por ello, el agua mineral natural se convierte en una opción muy saludable para este colectivo, puesto que es un nutriente esencial, que incluye un aporte de minerales añadido (calcio, magnesio, fósforo, flúor, sodio, potasio y cloro).
Otra ventaja que el agua mineral natural puede aportar para mejorar la salud y calidad de vida de estas mujeres es que beber agua mineral natural de diferentes tipos favorece la mejora de los síntomas dispépticos, probablemente por ejercer una influencia sobre la motilidad gástrica y sobre la velocidad de vaciado estomacal, lo que es de gran ayuda puesto que en estas edades, las funciones digestivas disminuyen o se ralentizan, siendo frecuente el estreñimiento.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que en España contamos con más de un centenar de aguas minerales naturales distintas, con una concentración de minerales específica cada una, que, por el solo hecho de penetrar en nuestro organismo por vía digestiva, pueden tener unos efectos fisiológicos determinados en función de su composición química. De manera que las mujeres mayores pueden escoger entre una amplia variedad según sus alteraciones fisiológicas.
La composición del agua mineral natural, constante en minerales y oligoelementos, es la responsable de que cada vez que se elija un tipo concreto de agua mineral, se beba lo mismo sin variaciones en sus propiedades ni su sabor. Además al estar envasada permite fácilmente su transporte de un sitio a otro, mejorando la autonomía de estas mujeres y haciendo posible llevar un control de su consumo que ayuda a prevenir la deshidratación.
Como puedes comprobar el agua es nuestra mejor aliada, sobre todo, en situaciones especiales, como embarazo, menopausia o vejez. Y a ti ¿en qué te ayuda beber agua mineral?
Via bebeaguamineral.com