Quizás no lo parezca así a simple vista: lo normal es que pensemos que nuestros mayores deben caminar, correr en la medida de lo posible… en suma, realizar una actividad física que les permita mantener la buena forma y tonificar sus músculos.

Puede que el cuidado del jardín no sea una actividad estrictamente física, pero sí se ha demostrado que puede ser muy beneficiosa al aportar otro aspecto tremendamente valioso: el recuperar una rutina, eso que muchas veces se pierde con la jubilación y que influye en que muchos mayores caigan en depresiones.

El jardín requiere de una serie de tareas diarias que favorecerán la concentración y la atención, e incluso se convertirán en importantes fuentes de autoestima. Los mismos beneficios se desprenden, por ejemplo, del bricolaje, otra de las tareas que se recomiendan para esta etapa de la vida. Se ha comprobado, mediante grupos de estudio, que los mayores que realizan alguna de estas tareas cotidianas tienen un menor riesgo de padecer accidentes cardiovasculares o incluso de sufrir un ictus.

¿Cómo comenzar con el jardín?

Para una persona mayor que nunca ha ejercido el cuidado del jardín, tal vez parezca un mundo vasto y complicado, en el que puede ser difícil adentrarse así como así. Sin embargo, como sabréis si nos seguís, hay muchas opciones de jardinería para principiantes adecuadas para ellos. Las mesas de cultivo, un pequeño huerto urbano… son ideas perfectas para empezar.

En cualquier tienda especializada en productos de jardín nos asesorarán sobre las herramientas imprescindibles en estos primeros momentos. ¡Y seguro que en cuestión de meses están experimentando cosas nuevas y explorando por sí mismos este fascinante hobby!

Ahora que empieza un nuevo año, a todos se nos pasa por la cabeza emprender un nuevo hobby. En el caso de las personas mayores, sabemos que esto no sólo funciona como un pasatiempo sino también como una manera de mantenerse saludables. La jardinería puede ser una excelente opción.

Via blogjardineria.com