Una mente activa contra el envejecimiento
Un proverbio japonés antiguo dice que “comenzamos a envejecer cuando dejamos de aprender”. Así como el ejercicio mantiene el cuerpo fuerte, la actividad mental también mantiene la mente aguda y ágil. No importa la edad que se tenga, siempre hay que tratar de seguir aprendiendo y desafiarse a uno mismo. La vejez no tiene que ser una carrera hacia abajo hacia la demencia.
Al mantener una mente activa, la visión de la vida puede ser más positiva y esto a su vez tiene un efecto positivo en la salud. Independientemente de la edad, un cerebro activo continúa produciendo nuevas dendritas. Las dendritas son partes de las neuronas que se encargan de las conexiones entre las células nerviosas que permiten la comunicación entre estas células. Esto, a su vez, ayuda a almacenar y recuperar información con mayor facilidad.
Algunos estudios sugieren que las personas mayores altamente educadas o mentalmente activas tienen menos probabilidades de ser víctimas de la enfermedad de Alzheimer.
La vitamina E, el ginkgo biloba, los ácidos grasos omega-3 (que se encuentran en el pescado azul, y mantener los vasos sanguíneos saludables) y el zinc, también pueden ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Entre las maneras de expandir y ejercitar la mente, se puede leer, hacer crucigramas, jugar al ajedrez o el bridge, aprender un idioma extranjero, cambiar de carrera, hacer un curso de informática, enseñar a otras las propias habilidades, unirse a un club de lectura, tener debates y discusiones estimulantes con los demás, hacer un curso a través de correspondencia o asistiendo a la universidad, ir al teatro o desarrollar los propios talentos artísticos.
Via blogdefarmacia.com