La mejora en las condiciones sanitarias, el acceso a la alimentación y los avances en las ciencias médicas han llevado a que la población vea aumentada su expectativa de vida, que ha ido desde los 50 años a principios de 1900 a unos 75 a 80 años en la actualidad. Este incremento en el número total de años que un individuo puede alcanzar permite que viva el tiempo suficiente para desarrollar enfermedades crónicas y degenerativas que pueden afectar de forma variable la calidad de vida de los últimos años.
Normalmente no se suele tener conciencia de ello en edades tempranas pero ya al alcanzar los cincuenta años, o bien experimentar cambios en el cuerpo y su funcionamiento, se comienza a aceptar la idea de que en algún momento llegará la vejez, y se comienza a pensar en la posibilidad del propio final.
Envejecer saludablemente no es producto del azar, más bien en un proceso relacionado con la toma de conciencia en materia de implementar una serie de acciones necesarias para que el normal proceso de deterioro de los distintos órganos del cuerpo y sus funciones tenga el menor impacto posible en la calidad de vida.
Independientemente de su edad, debe prepararse para sus años posteriores, en sus manos está la calidad de vida que tendrá al final de su camino. Nunca es tarde para comenzar. En este sentido les presentamos 10 consejos útiles para lograr un envejecimiento saludable.
Ejercite su mente. Mantenerse activo mentalmente le permitirá conservar su memoria y su capacidad de aprendizaje incluso en edades avanzadas. Lea, resuelva ejercicios matemáticos, aprenda un nuevo idioma, procure llevar a cabo actividades que mantengan su mente en forma.
Lleve a cabo actividad física regularmente. Uno de los aspectos relacionados con una buena calidad de vida es la condición física en la que se llega a la edad adulta, para ello no necesariamente debe acudir a un gimnasio, busque más bien la forma de ser más activo cotidianamente, prefiera caminar que andar en auto, trate de hacer ejercicios como la natación o rodar bicicleta al aire libre, tome clases de baile, etc. Caminar 45 minutos a una hora diariamente son suficientes para dejar de ser sedentario y mejorar su condición física.
Tenga una buena alimentación. Incluya en su dieta diaria alimentos de todos los grupos, procure consumir carnes bajas en grasas, pescados, vegetales y frutas. Ingiera con moderación azúcar o productos azucarados, sustitúyalos por edulcorantes si usted es diabético, disminuya la cantidad de sal en sus comidas y trate de tomar de 6 a 8 vasos diarios de agua.
Elimine sus malos hábitos. El consumo de alcohol o el hábito de fumar cigarrillos son los principales enemigos de un envejecimiento saludable, incluso inhalar de forma pasiva el humo del tabaco ocasiona los mismos estragos al organismo que los de un fumador.
Mantenga una actitud positiva. Preocúpese por cosas realmente relevantes, mantenga siempre la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones, conserve su sentido del humor, concéntrese en los pensamientos positivos y agradables, aleje de su mente los pensamientos negativos o aquellos que le produzcan rabia o tristeza.
Mantenga contacto con el mundo exterior. Refuerce los vínculos con sus familiares y amigos, participe en actividades como voluntario, ingrese a grupos de apoyo.
Planee su retiro. No centre su vida en su vocación, dedicarse enteramente al trabajo y dejar de lado sus amigos y su familia será algo que lamentará cuando llegue el momento del retiro. Recuerde que el trabajo no durará para siempre por lo que es importante que antes de su jubilación piense a que actividad va a dedicar su tiempo, qué clase de vida quiere llevar, en donde quiere vivir y que va a hacer con sus ahorros; cuidar bien estos aspectos pueden hacer que los años tardíos sean uno de los mejores y más ricos momento de su vida.
Sométase a una evaluación médica al menos una vez al año. Existen enfermedades propias de la edad avanzada que ameritan control y tratamiento, así mismo algunas enfermedades crónicas que se inician al principio de la edad adulta se mantienen a lo largo de la vida pudiendo ocasionar complicaciones al adulto mayor. Una buena evaluación médica acompañada por estudios de rutina le permitirán ser diagnosticado y tratado oportunamente evitando el deterioro de su calidad de vida.
Tome sus medicamentos habituales de forma regular y continua. Enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión tienen un gran impacto en la calidad de vida del anciano, si usted padece de esta o alguna otra enfermedad crónica tome sus medicamentos con regularidad, no los suspenda, asegúrese de que se están cumpliendo las metas con estos tratamientos y de no ser así consulte a su médico para que efectúe los ajustes necesarios.
Vacúnese. Los adultos mayores pueden beneficiarse de la aplicación de vacunas que le ayudarán a prevenir enfermedades que pueden complicarse, tal es el caso de la vacuna antigripal (también conocida como vacuna contra la Influenza) que debe ser aplicada de forma anual, es importante también recibir la vacuna contra el neumococo y la antitetánica.
Via inspirulina.com
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