El síndrome de fragilidad de los ancianos

viernes, 8 de noviembre de 2013 · Posted in

Vivimos más años, envejecemos mejor y anhelamos una vejez activa y con calidad de vida hasta edades muy avanzadas. Sin embargo, no todos envejecemos igual.  Por todo ello, es imprescindible identificar qué personas en edades avanzadas de la vida, autónomas y con vida plena, están en riesgo de presentar eventos adversos graves de salud como discapacidad, pérdida de movilidad, mala calidad de vida  o mortalidad. El Dr. Pedro Abizanda, Jefe del Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete afirma que “la fragilidad es una manera de envejecer multifactorial con lo cual pretender atribuirlo a una única causa seria una simplificación del síndrome”.

Causas de la fragilidad


La genética es un componente fundamental que determina la fragilidad. "Se calcula que sólo el 25 % de la manera en que envejecemos o a la edad máxima a la que podemos llegar está marcada por los genes y el otro 75 % restante se debe a enfermedades que sufren los pacientes, al estilo de vida y a medidas preventivas que se han adoptado como vacunas, higiene o visitas médicas", comenta el geriatra.

Epidemiología

El Dr. Abizanda describe que hay estudios científicos, cuatro realizados en España, que apuntan en nuestro país un 10 % de los mayores de 65 años están en fase de fragilidad. Se sabe que afecta más mujeres y que la prevalencia aumenta con la edad. A partir de los 80 años, la incidencia gira alrededor del 20- 25 %.

Pilares básicos de la fragilidad

La detección de los síntomas debería sospecharlo el médico de atención primaria. Pero a grandes rasgos son personas que caminan de forma lenta, que tienen poca fuerza, que están cansadas, que han perdido peso en el último año y que realizan poca actividad física. “Estos son los cinco pilares en los que se sustenta el síndrome de fragilidad y hay herramientas para poder detectarlo”, advierte el especialista. Las personas frágiles son mayores de 65 años, totalmente autónomos. El problemas radica en que son personas que tienen más probabilidades de fallecer o de discapacitarse.

Prevención

Hay intervenciones que pueden prevenir, retrasar o revertir este síndrome de fragilidad, esta manera de envejecer. El Dr. Abizanda afirma que la intervención principal en el síndrome de fragilidad es el ejercicio. La actividad física debe ser personalizada y se puede hacer en edades extremas de la vida. Hay estudios que demuestran que personas de más de 90 años que realizan ejercicio físico. Un programa de ejercicio puede retrasar hasta cinco años nuestro mal envejecer y cinco años la mortalidad libre de discapacidad. Otros pilares de la prevención son la correcta nutrición y una adecuación de los medicamentos.


Fuente vivirmejor.com

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