Una vejez deprimida

jueves, 4 de abril de 2013 · Posted in


LOS ENVEJECIENTES SON ESPECIALMENTE SENSIBLES A ENTRISTECERSE

La depresión es una enfermedad que puede tener distintas causas, desde orgánicas hasta emocionales, pero hay una constante: no conoce edad, posición social, raza o sexo, ataca a todos por igual. Sin embargo, hay un grupo poblacional especialmente sensible a padecerla, se trata de las personas en la tercera edad.

Silvia Montes Jorge, gerontóloga del Centro de Evaluación Integral para la Tercera Edad (Ceite), explica que el término tercera edad se refiere “a la población de personas mayores, no necesariamente jubiladas, de 65 o más años”, grupo que va en aumento por la baja tasa de natalidad y la mejora de la calidad de vida.

El otoño de la vida trae consigo factores que favorecen la aparición de depresión. Zeidy Parra de Cabrera, geriatra de Ceite, destaca primero la aparición de enfermedades, sobre todo las que limitan física y mentalmente como parkinson, demencias, enfermedades cerebrovasculares y del corazón.

Menciona además factores como soledad, alejamiento de los hijos o falta de atención de la familia, dificultades económicas, falta de actividad y aburrimiento; a lo Montes Jorge añade el hecho de que no se sienten útiles a la familia o la sociedad.

Síntomas
Los síntomas de la depresión son a veces evidentes para los familiares o el propio paciente. Montes Jorge menciona el cambio en los hábitos de sueño, como padecer insomnio o dormir mucho; cansancio o fatiga; sentimientos de insignificancia y ansiedad.

“También pueden presentar dificultad para concentrarse o tomar decisiones, dolores sin causa física comprobada, llanto sin razón aparente, dependencia a alcohol o drogas, dejar de salir, cambios de temperamento y en los hábitos alimenticios. Los envejecientes deprimidos expresarán tristeza y todos a su alrededor tendrán la opinión de que el abuelito “se ha echado a morir”, pero es probable que el anciano no hable directamente de lo que siente porque desconoce su condición y atribuye los síntomas a que está viejo.

ANCIANO FELIZ
La depresión ¿es algo que todo anciano experimentará necesariamente o es posible tener una vejez feliz?

“La vejez puede ser una etapa maravillosa y feliz. Lo más importante en esta etapa de la vida es prepararnos para los cambios que vienen con ella y aceptarlos. La clave del éxito es aceptar en vez de esperar. También es fundamental contar con el apoyo de familiares y amigos, y con recursos económicos que permitan llevar la vida con calidad”. SILVIA MONTES JORGE

“Es posible tener una vejez feliz. Dependerá de nuestra actitud ante esta etapa de la vida, de la manera en que la aceptamos y nos preparamos para ella y de las redes de apoyo familiares, sociales y económicas con que contemos. Pero puede ser una etapa hermosa y llena de vivencias”. ZEIDY PARRA DE CABRERA.

El anciano deprimido necesita apoyo familiar
El paso del tiempo trae cambios en el sistema nervioso y las hormonas del ser humano. Esto, asociado a la aparición de enfermedades y los factores sociales y económicos, favorece la aparición de depresión. Así, los ancianos son más vulnerables a ella que los grupos poblacionales más jóvenes.

La geriatra Zeidy Parra de Cabrera, especialista del Centro de Evaluación Integral para la Tercera Edad (Ceite), afirma que la depresión en la tercera edad es diferente a la que puede aparecer en otros momentos de la vida.

“En primer lugar los síntomas clínicos a veces no son muy manifiestos, por ejemplo a veces la principal queja es que el bajo estado de ánimo no se manifiesta o no es el síntoma predominante”, comenta Parra de Cabrera.

En cambio síntomas como frecuentes quejas sobre la salud física, problemas de sueño, inquietud o agitación, pensamientos negativos o de muerte, problemas de memoria o concentración y dificultades con el apetito suelen ser más comunes.

Tratamiento
Parra de Cabrera trata la depresión de un anciano corrigiendo los síntomas y problemas: “si el paciente tiene artritis, aliviar el dolor; si tiene un problema familiar o se siente solo hay que conversar con la familia y mediar en sus problemas”.

Esto se complementa con tratamiento farmacológico para el cual las opciones son múltiples, pero es vital acudir antes al especialista, en este caso los geriatras y psiquiatras están calificados. Luego el gerontólogo orientará a la familia de cómo tratar al anciano y darle tips que mejoren su ánimo.

Los allegados
Los amigos y familiares de un anciano deprimido favorecen su recuperación, pero deben saber que esforzarse en su cuidado puede implicar el sacrificio de las necesidades físicas y emocionales propias, lo que les expone también a ellos a sufrir de depresión.

Montes Jorge afirma: “Las vivencias emocionales y físicas del cuidador pueden llevarle a una situación extrema, pues los sentimientos resultantes de ira, ansiedad, tristeza, aislamiento y agotamiento, unidos a la sensación de culpa por albergar esos sentimientos pueden ser una carga pesada”. Sin embargo con amor y guía especializada se pueden lograr cambios.

CÓMO AYUDAR

    Ser un buen oyente y sobre todo un oyente paciente es importante.
    Dedique tiempo a quien está deprimido, anímele sin intimidarlo. No es sólo hablar sino también involucrarse en actividades físicas, como salir a pesar del desánimo.
    Restablezca la confianza y transmítale la seguridad de que saldrá adelante. Insista, pues el paciente deprimido pierde la confianza en sí mismo.
    Asegúrese de que se alimente y manténgale alejado del alcohol.
    Si empeora o empieza a decir que no desea vivir o insinúa la posibilidad de hacerse daño, tómele en serio e informe al médico.
    Ayúdele a que acepte el tratamiento y no le desanime. Si tiene dudas, discútalas con su doctor, no con el paciente.

Via listin.com.do

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