Es normal olvidar un nombre, una fecha, es decir, un olvido referido a algún tema concreto y puntual. Cuando el olvido está relacionado con las actividades que se ha realizado el día anterior, por ejemplo, o hace dos o tres días, hay que empezar a estar alerta.

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Otros síntomas habituales

    Repetición. La persona hace una pregunta y obtiente una contestación, pero al cabo de un tiempo realiza la misma pregunta sin ser consciente de ello.


    Alteración del día a día. La rutina diaria se encuentra afectada por los fallos de memoria. Por ejemplo, comprar el mismo producto varias veces, olvidar cómo se prepara un plato, vestirse para desvestirse de nuevo, etc…

    Conductas extrañas, sobre todo relacionadas con pautas que antes no realizaba, o cambios extravagantes en la forma de actuar, de vestirse, peinarse de forma extraña o cocinar siempre lo mismo.

    Pérdida de vocabulario. A la hora de conversar o de querer expresar una idea, no recuerda las palabras. Son palabras corrientes de uso común, como por ejemplo silla o mesa.

    Cambios en el carácter. Personas que se distinguían por su comportamiento amable, pueden manifestar irritación, mal humor, incluso agresividad sin causa aparente.

    Confusión en la memoria temporal. Acontecimientos ocurridos hace años se datan en fechas próximas y viceversa. En ocasiones se tienen dificultades para saber el día que es.

    Conducta apática. Pueden dejar de realizar actividades que antes disfrutaban, como salir a pasear o ver un programa favorito en televisión. No saben explicar bien las causas de tal abandono.


Via blogdefarmacia.com