En este sentido, Alba Ribas, psicóloga de la residencia Lepant Residencial de Barcelona, ha destacado que las actividades artísticas, como la pintura, afectan de forma positiva en la salud y en la calidad de vida de los mayores.
Son múltiples los beneficios que aporta la pintura entre las personas de la tercera edad.
La práctica de actividades artísticas les ayuda a trabajar las capacidades de concentración, paciencia, perseverancia, disciplina y creatividad.
El uso de diferentes utensilios necesarios para pintar, como lápices, carboncillos o pinceles, ayuda a desarrollar la motricidad fina, especialmente en las personas mayores que padecen entumecimiento de los dedos. Además, al pintar se trabaja el cerebro y se desarrolla su capacidad.
Por otro lado, Alba Ribas ha explicado que pintar ayuda en el ámbito comunicativo, ya que permite expresar de forma diferente los sentimientos. Esta forma de comunicación es muy importante en las personas con discapacidades, en las que tienen déficits en la comunicación o en las que no son capaces de comunicarse verbalmente de forma fluida y natural.
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