La música tiene un efecto muy beneficioso en nuestros mayores, ya que dependiendo de su tipo y características podemos conseguir diferentes efectos en nuestro cuerpo y mente, llegando a ser terapéutica.
La música es un medio de expresión y comunicación no verbal que debido a sus efectos y características también puede ser utilizada como remedio terapéutico con buenos resultados. Dependiendo del tipo de dolencia o trastorno de la persona, la música debe cumplir determinadas características para cumplir ciertos objetivos o beneficios.
Cuando escuchamos música se desencadenan una serie de procesos en nuestro cerebro, que se activa al completo al escuchar una canción, movilizando diferentes partes ligadas tanto del hemisferio derecho como del izquierdo, poniendo en común la lógica con la emoción. De hecho, ningún otro estímulo involucra tantas zonas de nuestro cerebro como la música.
Así, dependiendo de sus matices o tipos, unas melodías serán más adecuadas que otras para lograr unos efectos concretos. Los tiempos y ritmos lentos suscitan impresiones de calma, de serenidad, ternura y tristeza, y por el contrario, los ritmos rápidos elevan el ánimo y aportan vigor, aunque también puedan llegar a generar estrés.
La armonía, la tonalidad y la altura tonal son otros elementos que aportan diferentes texturas y efectos en quien escucha. De este modo, los acordes consonantes, los tonos graves y las tonalidades mayores están asociados al equilibrio, al reposo y la alegría. Los acordes disonantes, los tonos agudos y las tonalidades menores se asocian a la inquietud, al deseo, la preocupación y la agitación, llegando a ser irritantes si su intensidad o volumen es alto.
Entre los beneficios más destacados de la música para nuestros mayores, sabemos que aumenta de la comunicación y expresión y favorece el desarrollo emocional, mejora la percepción y la motricidad, favorece la expresión de problemas, inquietudes y miedos, actuando como alivio contra la ansiedad mejora el equilibrio psicofísico y emocional, activa y mejora del rendimiento corporal y aumenta también el riego sanguíneo cerebral. En definitiva, la música tiene un efecto muy beneficioso en nosotros, tanto para relajarnos como para activar nuestro cuerpo y mente.
Via sabervivir.es
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