Las personas mayores y la salud mental

martes, 27 de marzo de 2012 · Posted in

Aproximadamente el 20 por ciento de los mayores de 55 años experimenta desórdenes mentales específicos en algún momento...

Los desórdenes más comunes, en orden de preponderancia, son:

Trastornos de ansiedad, tales como fobias y trastorno obsesivo-compulsivo;

Deterioro cognitivo grave, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, y

Trastornos en el estado de ánimo, como depresión.

La esquizofrenia y trastornos de personalidad son menos comunes. Sin embargo, hay evidencia de que no se informa totalmente los trastornos mentales en las personas mayores.

Los trastornos mentales representan una grave amenaza para la salud y bienestar de las personas mayores. Las personas mayores tienen el índice más alto de suicidio en Estados Unidos y, aunque sólo representan el 13 por ciento de la población, las personas de 65 años o más cometen el 20 por ciento de todos los suicidios. Los hombres blancos de 85 años o más son especialmente vulnerables, con un índice de suicidio seis veces mayor que el de la población en general. Los trastornos mentales también pueden afectar negativamente la capacidad de las personas mayores para recuperarse de otros problemas de salud. Los ataques al corazón tienen cinco veces más probabilidades de ser fatales en una persona con depresión. El riesgo de muerte para los residentes con depresión grave en una residencia de ancianos es 60 por ciento más alto que para los residentes que no tienen este trastorno mental.

La aparición de los trastornos varía ampliamente en las personas mayores con enfermedades mentales. Algunos han sufrido una enfermedad mental grave y persistente durante la mayor parte de su vida adulta, mientras que otros han tenido casos periódicos de enfermedad mental. Mucha gente experimenta trastornos mentales o problemas de salud mental por primera vez a una edad avanzada. La pérdida de un ser querido u otras pérdidas que ocurren a edad avanzada por lo general exacerban estos problemas. Los trastornos mentales también varían en gravedad, desde problemáticos, o incapacitantes, hasta fatales. Desafortunadamente, aunque existen tratamientos para muchos trastornos mentales comunes, todavía existen barreras para identificar y tratar los trastornos mentales en las personas mayores.

Prejuicios contra la vejez

Mucha gente cree equivocadamente que los trastornos mentales, como la depresión o la demencia, son normales en las personas mayores y que no hay tratamientos eficaces disponibles. Otro mito sugiere que las personas mayores no pueden cambiar, experimentar un crecimiento psicológico y espiritual, o contribuir a la sociedad. Por esto, son vanos los esfuerzos para mejorar su salud mental.
Estigma

Algunas personas mayores creen que los trastornos de la salud mental y su tratamiento son vergonzosos, representan un fracaso personal o llevarán a la pérdida de autonomía. Por esto ellos pueden negar que tengan problemas mentales o no aceptar el tratamiento de los proveedores de cuidados para la salud mental.
Diferencias en síntomas y tratamientos

Los trastornos mentales que experimentan las personas mayores pueden diferir de aquellos que acontecen en  las personas más jóvenes, lo que puede dificultar un diagnóstico preciso y el tratamiento. Por ejemplo, una persona mayor con depresión tiene más probabilidades de informar síntomas físicos, como insomnio o dolor, antes que sentimientos de tristeza o de inutilidad. También es importante indicar que muchos médicos y otros profesionales de la salud podrían no proporcionar un eficaz cuidado de la salud mental porque no han recibido una formación adecuada para diagnosticar y tratar los trastornos mentales en las personas mayores.
Acceso inadecuado a los servicios

Muchos proveedores de cuidados para la salud mental o de servicios para las personas mayores han dado escasa atención  a los problemas mentales de éstas. Los medicamentos con receta, que a menudo son un elemento importante en los tratamientos de salud mental, podrían ser demasiado caros para las personas mayores con ingresos fijos. Además, podría ser que no dispongan de transporte para ir a las citas de asesoría o de los grupos de apoyo.
Falta de profesionales

Existe una falta en general de profesionales experimentados en salud y servicios sociales, y entrenados para proporcionar cuidados para la salud mental de las personas mayores.

Fuente: enplenitud.com

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