El período de mayor crecimiento del hueso es durante la pubertad y adolescencia, tanto en mujeres y varones entre los 11 y 17 años, mientras que el pico de masa ósea se logra entre los 25 y 30 años. Sin embargo en esos años muchas personas, realizan dietas extremas para estar delgados, lo que se transforma en un grave factor de riesgo para osteoporosis y fracturas.
Con frecuencia no hay síntomas hasta que se produce la primera fractura. Las mujeres tienen más riesgo (1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 12 hombres mayores de 55 años), más aún si están en la menopausia, poseen antecedentes familiares, principalmente de fractura de cadera espontánea (sin traumatismo) en la madre, contextura física pequeña, bajo nivel de estrógenos, largos períodos de anorexia que llevan a episodios de amenorrea (falta de menstruación), son sedentarias, ingieren dietas pobres en calcio y vitamina D, son fumadoras, consumen alcohol y café, tienen algunas enfermedades de tiroides y paratiroides, diabetes insulano-dependiente, artritis reumatoide y utilizan corticoides. Huesos en la vejez
Para prevenir posibles fracturas, desde la medicina existe la densitometría ósea, la cual se utiliza para medir la densidad mineral del hueso (cantidad y no calidad). Es un método no invasivo e indoloro que permite determinar el riesgo futuro de fractura, debe ser realizada a mujeres postmenopáusicas menores de 65 años, varones mayores de 70 años, mujeres antes de la menopausia que tengan fuertes factores de riesgo como bajo peso, fractura previa por fragilidad ósea.
Tanto para niños, jóvenes y adultos la principal recomendación es ponerse en movimiento para fortalecer músculos y huesos. La alimentación debe ser rica en calcio y vitamina D (leche y sus derivados), vitamina D se forma tomando sol; no fumar ni tomar alcohol o café en exceso.
Fuente: blogdefarmacia.com
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