Volver al entrenamiento en la tercera edad

viernes, 9 de septiembre de 2011 · Posted in

El llegar a la etapa adulta no significa quedarse sentado en una mecedora todo el día, por el contrario, el entrenamiento resulta crucial en esta fase de la vida ya que las articulaciones y los órganos, comienzan a disminuir sus funciones y el ejercicio contribuye a su mantenimiento.

Para mantener el cuerpo en forma, aún después que hemos estado inactivos durante un cierto tiempo y aunque nos parezca mentira, es conveniente que incluyamos una serie de actividades completas, que atiendan cada parte del cuerpo para cuidar nuestra salud. Es que el entrenamiento en la tercera edad puede resultar el mejor tratamiento de rejuvenecimiento que existe y está científicamente comprobado. Basta con entrar en un gimnasio y observar a las personas mayores que practican ejercicio y notaremos la enorme diferencia que presentan con otros adultos mayores que no lo practican

Cuando hablamos de entrenamiento en la tercera edad no se asusten nos referimos a trabajar los músculos por grandes grupos, como la marcha, la relajación, gimnasia suave, gimnasia con o sin aparatos. Pero no olvidemos que todas estas actividades deben ser supervisadas por un profesional especializado en trabajo con la tercera edad, de lo contrario, será mayor el daño que nos causemos, que el beneficio.
Actividades gimnásticas para el entrenamiento en la tercera edad:

Voy a contarles en qué consiste el entrenamiento de un adulto mayor. El mismo incluye una serie de actividades para ejercitar el aparato locomotor, dentro de las cuales tenemos un conjunto de ejercicios muy sencillos que todos podemos realizar casi sin esfuerzo:

    Caminata

    Avanzar hacia delante a largos pasos

    Andar desordenadamente sin chocar

    Caminar entre líneas sinuosas

    Caminar hacia atrás

    Caminar en parejas uno junto al otro

    Caminar lateralmente

    Combinación de pasos en varias direcciones

Cuando trabajamos la movilidad articular y el estiramiento muscular (presten atención que son dos puntos fundamentales) les aconsejo incluir algunos puntos sobre los cuales debemos tomarnos nuestro tiempo, pues son los más castigados por la edad y los que representan una fuente de sufrimiento:

    Nudillos, muñecas, codos, hombros

    Articulaciones del pie y la rodilla

    Cadera

Recomiendo poner énfasis en el reforzamiento muscular, ya que con el paso del tiempo, los músculos pierden su eutonía y flexibilidad. Esto nos dará mayor fuerza en los movimientos y contribuirá a generar una sensación de bienestar generalizada, además de los beneficios óseos que representa, disminuyendo el riesgo de caídas y rotura de cadera, que todos tememos, además de alivianar la carga que soporta nuestro sistema óseo:

    Flexionar y estirar la parte superior del cuerpo

    Movimiento de giro de cadera

    Trabajo con la columna vertebral: cuello, zona dorsal, zona lumbar

Para terminar con nuestro entrenamiento, podemos complementar estos ejercicios con actividades de coordinación del equilibrio, psicomotricidad, corrección y ajuste postural. Como les dije, nada que no podamos hacer si nos lo proponemos. Es todo cuestión de armarse de valor y comenzar, que cuando el cuerpo note los beneficios, pronto será el quien reclame el ejercicio. Con este entrenamiento, podemos esperar una vida plena y activa aunque ya no seamos los mismos de antes.

Fuente: vitonica.com

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