CEFALEAS, MÁS QUE SIMPLE AVISO

miércoles, 3 de agosto de 2011 · Posted in

Los dolores de cabeza o cefaleas son un padecimiento frecuente que en general no representa riesgo para la salud; empero, hay quienes sufren este malestar con frecuencia, como los ancianos, por lo que deben modificar hábitos y tener ciertos cuidados para mejorar su situación.

Nadie se ha salvado de sufrir en alguna ocasión un dolor de cabeza, esa peculiar molestia que se caracteriza por sensación punzante y presión en nuca o sienes que puede extenderse hacia ojos, cuello y hombros, y que desencadena desánimo, mal humor, falta de concentración y hasta desesperación en quien la experimenta.

Muchas son las circunstancias que favorecen el surgimiento de las cefaleas, como llaman los médicos al dolor de cabeza, y entre las principales se encuentran:


Padecer una enfermedad que genere fiebre, como gripe e infecciones de la garganta o estómago.
Estrés y ansiedad.
Tensión muscular.
Jornada laboral extenuante.
Experimentar una emoción intensa (susto, enojo).
Consumo excesivo de alcohol, tabaco, café y chocolate.
Exposición prolongada al Sol.
Dormir mal.
Presión arterial alta.
Ruido y contaminación ambiental.

De entre ellos, los motivos más frecuentes de dolor de cabeza son tensión, estrés y estados emocionales intensos que no siempre son bien encauzados por los individuos y que ocasionan la presencia repetitiva de malestares que pueden aparecer espontáneamente y sin origen aparente.

Cefalea por tensión
Este grupo conforma 90% de los casos de dolor de cabeza; se relaciona con estrés, ansiedad y preocupaciones como factores precipitantes, y es más común en mujeres que en varones. En ancianos llega a ser frecuente, además, por trastornos de sueño y presión arterial elevada.

Aunque algunos individuos sufren dolor de cabeza de vez en cuando, hay quienes lo presentan a menudo y puede ser un problema de toda la vida que se manifieste durante algunos minutos o un par de horas por varios días seguidos.

Quienes padecen dolor de cabeza por tensión experimentan dolor intermitente y moderado que aparece en la parte anterior y posterior de la cabeza, y a veces sienten como si se les ejerciera presión en la nuca; no es grave, pero en ocasiones es acompañado de náuseas y sensibilidad a luz y ruido o se experimenta falta de concentración, desesperación y rigidez muscular.

Es por esto último que hace algunos año se conocía a este padecimiento como "dolor de cabeza por contracción muscular"; el término no es preciso, aunque algo de cierto hay en la observación, pues en gran número de casos se observa fuerte tensión en cuello, hombros y parte superior de la espalda, misma que colabora a acentuar las molestias.

La cefalea por tensión suele desaparecer al consumir un analgésico de venta libre, como acetaminofén (paracetamol), ibuprofeno o ácido acetilsalicílico, y para prevenirla es necesario evitar aquellos factores que puedan alterar el equilibrio del sistema nervioso: ingerir café, alcohol y tabaco de manera exagerada, desvelarse o alterar el ciclo de sueño y vigilia, experimentar estados de estrés intenso por trabajo o angustiarse e involucrarse emotivamente en situaciones que no es posible resolver.

Asimismo, es conveniente consultar al médico si se sufren dolores de cabeza frecuentes, a fin de solicitar información sobre prácticas que ayuden a prevenir las molestias, tales como:

Descansar adecuadamente, pues no basta dormir, sino que se debe tener un horario regular; dormir siesta en la tarde u horas extra en fin de semana puede ocasionar dolor de cabeza.
Comer con regularidad, ya que además de lo importante que es tener una alimentación balanceada, "saltarse" las comidas o romper los horarios puede producir cefalea.
Encauzar la tensión mediante la práctica de ejercicio sin excesos, técnicas de relajación, meditación y sencillos masajes en cuello y hombros para controlar estrés y ansiedad; asimismo, es recomendable practicar la retroalimentación biológica (técnica conocida también como Biofeedback) mediante la cual se aprende a evitar estados nerviosos que generan enfermedades.
Evitar el consumo exagerado de café, tabaco y alcohol.

Otras causas frecuentes de dolor de cabeza, como insomnio o presión arterial alta (hipertensión), también tienen fuerte relación con estados de estrés y ansiedad, por lo que en estos casos las prácticas antes descritas son muy efectivas.

Ante todo, tenga en cuenta que cualquier dolor de cabeza que no aminore con analgésicos o que dure más de un día requiere la valoración de un médico general.

Otras cefaleas
Aunque menos frecuentes, existen otros tipos de dolores de cabeza, como migraña y cefalea en racimo, los cuales tienen ciertas características que vale la pena mencionar.

Migraña o jaqueca. Según estimaciones, es padecida en distintos grados por 10% ó 20% de la población adulta, y se sabe que tiene cierta relación con factores hereditarios. El dolor que genera este padecimiento es típico, como si se "encendiera" repentinamente una molestia taladrante, que inicia en un ojo o en una sien y de ahí se extiende a toda la cabeza, aunque puede ser tan sólo en un hemisferio; se acompaña de vómito, sensibilidad a la luz y depresión. Puede durar desde varias horas hasta días.

Una de las características de la migraña radica en que, hasta 24 horas antes de que se presente la molestia, la mitad de las personas afectadas tienen signos de advertencia (pródromos) que en la mayoría de los casos consisten en: sensibilidad a la luz, mal humor o cambios de estado de ánimo, antojo de alimentos dulces, falta de apetito, fatiga y estreñimiento o diarrea.

Asimismo, 20% de las personas con migraña tienen un síntoma típico llamado "aura", que se presenta de 5 minutos a 1 hora antes de que se manifieste el dolor de cabeza, el cual consiste en ver destellos luminosos intensos o "relámpagos" que se mueven en el campo visual, sensibilidad extrema a la luz, ceguera parcial, mareo, zumbido en oídos y adormecimiento de las manos. Generalmente, la migraña es un problema de toda la vida, pero puede controlarse con fármacos, técnicas de relajación y evitando el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas.

Cefalea en racimo. Es todavía menos común que la generada por tensión o migraña, pero es más grave. Generalmente aparece por las noches y la crisis dura una hora; el dolor es intenso y se siente a un lado de la cabeza. Los episodios presentan trastornos intermitentes (hay periodos libres de dolor) y se pueden desencadenar por el consumo de bebidas alcohólicas o falta de oxígeno (por ejemplo, en zonas muy por arriba del nivel del mar).

Al mismo tiempo que se presenta la molestia se manifiestan otros síntomas, como hinchazón del párpado, escurrimiento nasal y lagrimeo del ojo del mismo lado en que siente el dolor. Por cierto, aunque este episodio desaparece, las molestias volverán periódicamente, si bien no se tiene la certeza de cuándo ocurrirá esto, pues se ha observado que llegan a transcurrir de seis meses a cinco años para que se presente una nueva crisis.

El dolor de cabeza en racimo puede ser tratado con oxígeno inhalado y algunas de las mismas medicinas utilizadas contra la migraña, aunque también hay fármacos que ayudan a prevenir la reaparición de los episodios.

Finalmente, considere que los dolores de cabeza no ponen en peligro la vida del individuo, pero pueden ser incapacitantes o síntoma de una enfermedad tan seria como tumor cerebral o un coágulo que provoque insuficiente o nula irrigación de sangre (apoplejía). Por ello, se debe acudir al neurólogo cuando el dolor sea intenso y surja de pronto, se acompañe de fiebre, rigidez del cuello, erupción en la piel, confusión mental, convulsiones, visión doble, debilidad, entumecimiento, vómito o dificultad para hablar. También si ocurre luego de una infección en la garganta o aparato respiratorio, después de golpearse o si se presenta continuamente y empeora al toser, hacer esfuerzos y moverse con brusquedad.

Fuente saludymedicinas.com

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