Es la gran responsable de las úlceras de estómago. Pero descubierta su «maldad», la bacteria «helicobacter pylori» parece que ha buscado otra artimaña para seguir haciendo daño. Investigadores de la Louisiana State University, en Shreveport (Estados Unidos), creen que también podría jugar un importante papel en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Según los resultados de un trabajo realizado en ratones, los científicos observaron que «la infección con una cepa particular de esta bacteria conlleva la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad entre tres y cinco meses después».
Los resultados se presentaron en el marco del encuentro anual de la Sociedad Americana de Microbiología, que se celebra en Nueva Orleans (Estados Unidos),
Traci Testerman, autora del estudio, y su equipo infectaron a un grupo de ratones de diferentes edades con tres cepas diferentes de bacterias, para iniciar un seguimiento de su actividad locomotora y los niveles de dopamina en el cerebro.
Los roedores infectados con una de las cepas mostró «una reducción significativa de ambos», sobre todo en los de más edad, lo que muestra que el envejecimiento les hace más susceptibles al párkinson, como ocurre en humanos. «Nuestro modelo de ratón demuestra un efecto directo de la infección por la bacteria en el desarrollo de la enfermedad, aunque no todas las cepas han demostrado ser igual de dañinas», concluye Telerman.
Fuente: larazon.es
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