Con la edad, llegar al orgasmo mediante el coito no siempre es fácil. La masturbación es un buen recurso, ya que, además de disfrutar, mejora la salud prostática y la autoestima
Ampliar los sentidos, dar a la imaginación la potestad para cumplir con todo aquello que uno nunca se atrevió a realizar. Ahora, con el nido vacío y todo el tiempo del mundo por delante, es el momento ideal para dedicarse al sexo. Solo o en pareja. A los 65 o a los 70. La masturbación «autogestionada» o compartida es un recurso sano y recomendado por los profesionales para seguir disfrutando cuando no se puede practicar el coito.
«Con la edad se produce un cambio de relaciones sexuales a sensuales. No importa tanto la penetración, sino que se disfruta más del tacto y las caricias. Es como ampliar los sentidos», explica Esther Navarro, psicóloga y terapeuta sexual. Porque con los hijos fuera de casa y sin el estrés laboral, es el momento ideal de volver a jugar a ser novios y probar cosas nuevas.
El urólogo Juan Carlos Ruiz de la Roja añade que «es una forma de liberarse sexualmente, ya que, en el caso de los varones, si no se elimina líquido seminal, pueden surgir poluciones nocturnas». El experto añade que «los estudios demuestran que tener varias eyaculaciones a la semana, una media de tres o cuatro, es beneficioso para el buen funcionamiento de la próstata». También es un buen recurso cuando la disfunción eréctil o la imposibilidad de tomar la pastilla azul impiden la penetración.
Otro perfil de hombres que recurren al autoplacer lo cumplen, según Ruiz de la Roja, «los solteros mayores a los que ya les cuesta salir a encontrar pareja y optan por la masturbación».
Y aunque suele dar más apuro reconocerlo, ellas también lo practican, pese a que se las acuse con frecuencia de sufrir un cierto «decaimiento» del deseo con el paso de los años. Sin embargo, no les ocurre a todas, y cuando se da el caso, la masturbación es un buen recurso, ya que «la vagina se vuelve menos elástica y está menos lubricada y le cuesta llegar al orgasmo, por lo que solas o con el acompañante, facilita el placer», dice Navarro. Los expertos matizan que «la masturbación es un problema que lleva a terapia, especialmente a las féminas, por los mitos que circulan. Pero el sexo es más que la penetración y masturbarse no es sólo cosa de jóvenes. «Parece que con la edad deja de apetecer y ya ‘‘no toca’’. Como si fuera algo raro que con 70 años tengas ganas de disfrutar con tu pareja. Cuesta mucho contarlo», dice la terapeuta.
Del pudor social con el que se ha crecido es difícil desprenderse. No así de la ropa en la cama. Y si lo recomiendan los médicos, no hay motivo por el que cerrarse al placer autoimpartido.
Fuente: larazon.es
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