El Tai-Chi consiste en la realización de una serie de movimientos lentos y secuenciales. La transición de unos a otros se hace de forma suave y todos ellos componen lo que se denomina tabla.

Esta practica, que nos llega heredada del pueblo chino, es el origen de los movimientos característicos de las artes marciales como el Kárate o el KungFu, aunque a diferencia de estas, donde la fuerza y rapidez son esenciales, el Tai-Chi trabaja con la suavidad, la armonía, la lentitud, equilibrio,flexibilidad y coordinación de los movimientos entre otros.

Estos ejercicios están recomendados para todo tipo de personas, especialmente para los mayores, ya que al trabajar el equilibrio, se pueden prevenir las temidas caidas con las nefastastas consecuencias para su frágil esqueleto.

Además de trabajar la coordinación, flexibilidad y equilibrio, a través de varios estúdios se han podido demostrar sus beneficios sobre la circulación de la sangre, sistema linfático, memoria, refuerzo de la estructura ósea, atención, reflejos y capacidad intelectual.

Otro gran beneficio que se deriva de la práctica de estos ejercicios es la relajación y la prevención del estrés, provocado por la agitación de la vida cotidiana.

Via sabervivir.es