Hay muchos adultos mayores que necesitan tomar entre 3 y 14 pastillas al día... Obviamente no es de extrañarnos que la abuela olvide tomar sus medicamentos, pero ¿existe una manera de ayudarla para que siempre los ingiera a tiempo y estos hagan el efecto debido en su salud? Afortunadamente, sí.

De acuerdo con las recomendaciones del Instituto Americano de Medicina, cuando una persona debe tomar una gran cantidad de pastillas diariamente, es recomendable ordenarlas y organizarlas en, como máximo, cuatro tomas diarias. De esa forma es más fácil garantizar la ingesta de todos los medicamentos, sin caer en olvidos y sin poner en riesgo el tratamiento en cuestión.

Sin embargo, según un reciente informe publicado esta semana en Archives of Internal Medicine, sólo un tercio de la gente alcanza esta meta. El resto hace equilibrio entre algunas de las indicaciones médicas más frecuentes: "ingiera esto en ayunas, esto otro cada ocho horas, el azul cada seis y el blanco cada doce tres veces por semana".

¿Y qué pasa cuando un paciente no logra adherirse a las indicaciones para tomarse sus medicamentos?Hay quienes deciden abandonar un tratamiento –cosa que evidentemente no está nada bien–, pero hay otros que por comodidad organizan sus propios horarios –sin consultar a su médico–, lo que puede derivar en la aparición de efectos adversos, provocados por la mala combinación de los componentes de estos fármacos.

¿Cómo evitar el desorden en la toma de medicamentos?
Sobre todo cuando se trata de pacientes adultos mayores –en quienes es más probable que existan confusiones y olvidos–, aquí algunas soluciones:

Usen un pastillero. Ayuda al paciente a organizar sus medicinas un día antes, para tenerlas listas por la mañana. Además, así evitarán el contacto con la caja del fármaco y la típica pregunta: "¿Tomé hoy la pastilla?". Esta confusión muchas veces termina en una nueva ingesta de alguna pastilla, "por si las dudas".

Busquen ayuda. Mientras algunas personas cuentan con una enfermera o una cuidadora, otras tal vez puedan recurrir a algún familiar cercano o vecino que con la receta y las indicaciones médicas a mano pueda disponer un esquema para los días venideros.

Consulten con el médico. Con el especialista se puede establecer la "regla de los colores". Así, por ejemplo, las pastillas blancas podrían tomarse a la mañana y las azules a la tarde. Por supuesto esto requiere suma atención por parte del paciente y de su médico, porque más allá de la coloración similar, no todas las pastillas pueden ingerirse a cualquier hora del día y junto con otras.

Fuente salud.aollatino.com