En la madurez, uno de los gestos esenciales es el de beber regularmente mucha agua. Pero, a partir de una cierta edad, se debe escoger un agua que responda lo más posible a vuestras necesidades orgánicas.

Existen diferentes tipo de agua, y cada uno con beneficios diferentes para el organismo. A partir de una cierta edad debemos saber cuál es el mejor para nuestro cuerpo. El cuerpo tiene otro tipo de necesidades a partir de los 50 años. Por lo tanto, está bien beber mucha agua, al menos 1,5 litros al día, porque la deshidratación puede acarrear otra serie de problemas.

El peligro de la deshidratación

No se debe esperar a tener sed para beber agua. Esto es válido a cualquier edad, pero tiene más importancia todavía en las personas mayores, que suelen tener dos problemas añadidos: la disminución del apetito, lo que causa una carencia real en minerales y una pérdida de los aportes de agua en la alimentación; y por otra parte, una fuerte disminución de la sensación de sed, lo que no ayuda nada a beber las cantidades de aguas que el organismo necesita para su buen funcionamiento.

La consecuencia mayor de estas dos disminuciones: la deshidratación. Para remediar esto, no hay muchos secretos. Es necesario tener consigo una botella de agua, y beber pequeñas cantidades a lo largo del día. Las consecuencias son: estreñimiento, infecciones urinarias, cálculos renales, y otros problemas digestivos que se manifiestan ante la ausencia del agua.

Si hace mucho calor, es preferible tener un mayor aporte en sodio para ayudar a retener mejor el agua del organismo. Dar prioridad a las aguas ricas en sodio. Además de la retención de agua, el sodio interviene en los mecanismos de regulación de la sensación de sed.

Se trata de algo eficaz contra la confusión mental en las personas de cierta edad. Por el contrario, si tenéis problemas de tensión o lleváis un régimen sin sal, estas aguas están desaconsejadas. En cualquier caso, no dudéis en pedir consejo a vuestro médico, que será la persona más indicada para deciros qué tipo de agua debéis beber.

Fuente es.paperblog.com