Cuando nos hacemos mayores, una de las cosas que más nos preocupa es la pérdida de memoria o, dicho de otra forma, que se nos vaya la cabeza.
Porque sí, la tensión alta y la diabetes están muy bien, pero si no me acuerdo de cómo me llamo o donde vivo, qué va a ser de mí. A eso que antes le llamábamos falta de riego y que técnicamente se llama demencia, es a lo que están o estamos abocados muchos de nosotros.
El problema de la demencia principalmente, es que a nivel familiar supone mucha dedicación porque, por supuesto siempre hay grados, requiere que el o la paciente esté prácticamente todo el día supervisado. Muchos son los estudios que se dedican a investigar las causas y los probables tratamientos.
Por ello, investigadores canadienses afirman en la revista “Journal of the American Geriatrics Society” que han encontrado una relación entre el ejercicio en la adolescencia y menos casos de senilidad en la vejez de la mujer. El comenzar a practicar actividad física en edades tempranas es importante para la salud en la vejez, y sobre todo en la prevención del deterioro mental en esa etapa.
Mientras más temprano se comience a ser físicamente activo, mejor. Por lo que se deduce del estudio, no se sabe si es el deporte el que directamente protege de la demencia o si es indirectamente porque mejora la salud en general. Por cierto, de momento esto se ha estudiado sólo en mujeres, y por si acaso yo que vosotras iría sacando las mallas y las zapatillas del armario, no vaya a ser que lleguéis a mayores y no os acordéis donde las habéis dejado.
Fuente salud.doctissimo.es
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