El término memoria, se define como el conjunto de sistemas que utilizamos para retener y recuperar información en nuestro cerebro.
Consta de tres fases:
1. FASE DE CODIFICACIÓN: es la fase inicial en la que retenemos la información que nos llega.
2. FASE DE RETENCIÓN: es la fase en la que almacenamos la información. Podemos utilizar distintos métodos para conseguirlo, asociamos , por ejemplo, el nombre de alguien que acabamos de conocer con el de alguien conocido, nuestro número de teléfono con fechas importantes, etc. Otro método es la categorización , ordenamos la información en función de unas características comunes, verbalización, repetir lo que queremos almacenar en voz alta, pueden ser acciones o datos. La visualización consiste en ver mentalmente aquello que queremos recordar, nos fijamos en algo que nos llame la atención, un color, la letra con que está escrito un texto, etc.
3. FASE DE RECUERDO: evocamos la información que hemos guardado en las anteriores etapas. Olvidamos cosas por muchos motivos, aunque también es importante hacerlo, no podemos retener todo lo que nos pasa, decimos o incluso vemos a lo largo de nuestra vida, por eso lo importante es tratar de recordar lo más significativo.
Con la edad hay una serie de funciones en nuestra memoria que se van perdiendo y otras no. Las personas, a pesar de la edad normalmente, podemos recordar sucesos que ocurrieron en el pasado con más facilidad que acontecimientos recientes, preservamos el vocabulario, objetos conocidos, localizaciones geográficas, etc. Podemos recordar también lo sustancial de la información.
Por otro lado hay funciones de la memoria que sí se ven afectadas por el paso de los años, tardamos más tiempo en aprender, tenemos más dificultades para retener y almacenar la información ( de ahí que se nos olviden hechos recientes, nombres de personas que nos acaban de presentar, etc.).
Se pueden dar también, no solo en las personas mayores, olvidos intermitentes y no progresivos ( lapsos ), que no tienen nada que ver con pérdidas de memoria, estas normalmente están acompañadas de otros trastornos cognitivos más importantes.
En conclusión, la pérdida de memoria es algo natural en la condición del ser humano sin que existan otras alteraciones o patologías como el alzheimer, parkinson u otro tipo de demencia senil.
Hay una serie de ejercicios que podemos practicar para paliar los efectos de la pérdida de memoria. Estos ejercicios son positivos independientemente de la edad que tengamos y muy beneficiosos para la gente mayor.
* Describir, retener y evocar trayectos, lista de la compra, actividades programadas para el día, etc.
* Realizar juegos de memoria visual con dibujos, tarjetas de colores, objetos, formas abstractas, etc.
* Localizar mentalmente objetos cotidianos de la casa.
* Recordar la fecha actual.
* Elaborar cronológicamente sucesos de nuestra vida.
* Ejercicios de cálculo.
* Apuntar en un cuaderno noticias actuales e intentar recordarlas al final del día.
* Hacer resúmenes de textos que hayamos leído.
* Etc.
Además de estas actividades, es también de mucha ayuda, acostumbrarnos a dejar objetos de uso diario o documentación importante siempre en los mismos lugares. Si hemos perdido un objeto, como por ejemplo las llaves, recordar mentalmente todo lo que hemos hecho en el día, acciones y lugares de la casa hasta que consigamos recordar.
Fuente sabervivir.es
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