Los ancianos hipertensos tienen más riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca (IC) afecta a medio millón de personas en España y es la primera causa de hospitalización en la población mayor de 65 años. La mitad de estos ingresos están motivados por la insuficiencia cardiaca con función sistólica preservada, un tipo de insuficiencia en la que el corazón mantiene su capacidad de contracción aunque tenga dificultades para recibir la sangre que entra durante la diástole.

“Este tipo de insuficiencia afecta a los hipertensos y, especialmente, a las personas mayores, que suelen dar muy poca importancia a la disnea o sensación de ahogo, que es uno de los síntomas más importantes. De hecho, llega a considerarse como una consecuencia de la vejez, por lo que no suele diagnosticarse a tiempo”, explica el doctor José Ramón González-Juanatey, del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.

El tratamiento de la insuficiencia cardiaca con función sistólica preservada pasa por un estricto control de la presión arterial. “También es importante evitar la taquicardia, prevenir la fibrilación auricular y reducir la hipertrofia ventricular izquierda. Pero todavía no sabemos cuál es el mejor tratamiento para aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida del paciente”, añade el especialista.

Se estima que la mitad de los enfermos con insuficiencia cardiaca fallecerán a los cinco años después del diagnóstico de la enfermedad, con una media de supervivencia de 1,7 años en varones y 3,2 en mujeres.

El estudio I-Preserve, presentado en la ‘VIII Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial', intentará ofrecer datos clínicos que faciliten el tratamiento de estos enfermos. Los resultados de la investigación, que contará con la participación de 3.600 pacientes, estarán disponibles en el años 2005, y permitirán comprobar la eficacia de irbesartan, un antagonista de los receptores de la angiotensina, en la reducción de la mortalidad y las hospitalizaciones, y la mejora de la calidad de vida del paciente.

Fuente dmedicina.com